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Comprarse un pueblo desde 89.000 euros: nuevas vías para repoblar el campo

Cada vez más familias y empresas adquieren aldeas enteras para instalar negocios turísticos, mientras los precios tienden a subir tras la crisis

El terreno que se ofrece a la venta, que incluye 722 hectáreas. ROBERTO F. OSORIO

Está de moda comprarse una aldea abandonada, y lo más alejada posible del mundanal ruido. Es la ley del péndulo. Hace setenta años, la gente huía del pueblo para instalarse en la ciudad. Ahora, las comunicaciones han mejorado, las prioridades han cambiado y atrae volver al campo. Asturias, y en general el noroeste, es una de las zonas con más potencial para los interesados en estos bienes, entre los que se cuentan cada vez más extranjeros. El portal Aldeas Abandonadas oferta hasta siete de estas aldeas, aunque hay de todo, desde complejos turísticos cuyas viviendas han sido reformadas a todo lujo, hasta viejas caserías sobre las que cayó el manto del olvido hace muchas décadas y que requieren de una vigorosa obra de remodelación.

Esto hace que el abanico se mueva en un gran arco, que va desde los 2,8 millones que cuesta la localidad de Lindes, en Quirós -por la que se han interesado inversores mexicanos- hasta los 89.000 euros de una aldea del municipio de Vegadeo, con unos 5.000 metros cuadrados en medio del vergel de la Vega del Eo.

Los compradores, según los expertos en el sector, están interesados sobre todo en viviendas preparadas para instalarse de inmediato. Esto es, deben estar reformadas. Ahí radica a veces la dificultad para venderlas. Otro factor es el precio, que solo puede ser asumido por inversores potentes. La aldea de El Mortorio, en Piloña, que incluye nueve edificaciones y 15 hectáreas, puede ser un buen ejemplo. Comenzó a venderse en 2,75 millones, y ha ido rebajándose, hasta los 2,37 millones. Las cinco viviendas de lujo de Os Teixóis, en Taramundi, un marco perfecto para emprender un negocio rural. Comenzó a ofertarse por 1,6 millones. Con el tiempo ha tenido que reducirse a poco menos de 800.000 euros.

También ha tenido que reducirse el precio de la idílica aldea de El Rebollal, junto al río Navia, en el concejo de Boal. La aldea -donde creció el conocido pintor Ricardo Mojardín- comenzó a venderse por 900.000 euros. La crisis obligó a ir bajando el precio hasta los actuales 499.000. El Rebollar incluye hasta 11 edificaciones y hasta 3,5 hectáreas de terreno. Durante la crisis ha sido difícil vender estas aldeas, pero parece que el mercado repunta y con ello los precios.

El fenómeno no es nuevo. Hace unos diez años, algunos municipios asturianos rehabilitaron aldeas para repoblarlas, como Santa Eulalia de Oscos hizo con San Julián y A Valía.

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