Sin una solución al precio de la energía en España no habrá inversor que adquiera las plantas que quiere cerrar Alcoa: Avilés y La Coruña. Esta es la advertencia que lanzan fuentes del sector aluminero, conocedoras de los contactos que se están produciendo entre el Gobierno, la compañía, sindicatos y posibles inversores para encontrar una solución de continuidad de la industria del aluminio y salvar los más de 700 puestos de trabajo en juego. "Una venta de este tipo es muy complicada y no se puede cerrar en dos meses", sostienen fuentes conocedoras de las negociaciones. "Si una estabilidad en el precio de la electricidad, si eso no se soluciona, ningún grupo industrial va a invertir. Se está hablando de muchas cosas, pero ese es el problema fundamental. Hay grupos industriales interesados, pero no darán un paso adelante sin que eso esté arreglado", apuntó un industrial del sector aluminero.

Al menos dos grupos industriales han mostrado interés por las plantas de Avilés (Alibérico) y La Coruña (una compañía especializada en fundición), pero el escenario no invita al optimismo si no hay avances desde el Gobierno central sobre las nuevas condiciones para la industria electrointensiva (está en marcha la configuración de un estatuto especial). "Ninguno dará un paso adelante si no se soluciona el problema energético", apuntan fuentes del sector. Y añaden: "En España el coste de la extracción de la energía es el mismo que en Alemania, la diferencia está en los impuestos. Allí las empresas consumidoras tiene más facilidades para la compra que en España, donde está agravada con impuestos. Si no se arregla eso, no hay nada que hacer. Tenemos un coste de la energía altísima y también el laboral es elevado. No se puede mantener un nivel salarial heredado de las empresas que fueron estatales".

Las distintas administraciones están sondeando a fondos que pueden estar interesados en adquirir las plantas. Han sonado varios nombres, entre ellos Klesch, grupo propiedad del millonario angloamericano Gary Klesch. También suenan Liberty y Quantum Capital, el fondo alemán que compró Tenneco. En firme, en cambio, no hay nada, sostienen las fuentes conocedoras de las negociaciones. Gobiernos (central y autonómicos), Alcoa y sindicatos se reunirán el martes por la tarde en Madrid, un encuentro donde se pondrá sobre la mesa una propuesta con la que se pretende que la multinacional estadounidense mantenga la actividad durante el primer semestre del año, hasta que se haga efectivo el nuevo Estatuto de la industria electrointensiva. "Una venta de este tipo es muy complicada. Habría que facilitar esa transición manteniendo la producción como mínimo seis meses. En ese tiempo y con el nuevo paquete de medidas sí que podría cerrarse una inversión", señalan expertos del sector metalúrgico.

El precio del aluminio subió hace dos años, se vendió más caro, pero Alcoa no aumentó capacidad productiva. Con la crisis redujo a la mitad esta capacidad y mantiene desde hace años al 60% las factorías de Avilés y La Coruña. "Lo primero que habría que hacer es ampliar la capacidad productiva y eso se hace con muy poca inversión. Solo habría que reactivar las cubas que se pararon y ahí sí que el Gobierno regional podría hacer cosas. Serían unos diez o doce millones, podría pedir un crédito a devolver en diez años", señalan expertos del sector y que participan en los contactos de estas últimas semanas. En Bruselas ya han advertido que el Gobierno "tiene suficientes instrumentos para arreglar esta situación".