El persistente episodio de estabilidad atmosférica sin nubes ni lluvias, seco casi sin parar desde mediados de diciembre, se ha revelado ya como el primer gran test de esfuerzo para el protocolo anticontaminación que el Principado aprobó el pasado junio. La elevación de las concentraciones de partículas en suspensión en ese ambiente anticiclónico y de fuerte inversión térmica aconsejó ayer la reactivación de los sistemas de advertencia en su nivel preventivo en las zonas de Oviedo y las Cuencas. Sólo habían pasado cuatro días desde que fueron anulados.

La administración medioambiental asturiana volvió a encender por segunda vez en apenas dos semanas el llamado "nivel 0" de su sistema de alarmas en las dos áreas conflictivas de esta fría y contaminada Navidad, el entorno de la capital -que en la zonificación del plan del Principado se extiende a los concejos de Siero, Noreña, Llanera, Ribera de Arriba y parte de Morcín- y el de las comarcas mineras -que abarca Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Mieres y parcialmente Lena-.

La señal sonó ayer, sólo cuatro días después de la desactivación el pasado viernes de un protocolo que llevaba encendido desde Nochebuena en Oviedo y desde el 26 de diciembre en las Cuencas. Fueron los niveles que alcanzó la suspensión en el aire de la materia particulada de diámetro aerodinámico inferior o igual a los 2,5 micrómetros -procedente en gran medida de las emisiones del tráfico rodado- los que justificaron en buena medida la reactivación de las alertas. Los niveles de estas partículas y los de las más densas PM10 se elevaron significativamente por encima de lo que aconseja el protocolo sobre todo en las estaciones medidoras de Sama, La Felguera, Lugones y el Palacio de los Deportes de Oviedo, con picos de PM2,5 que llegaron a doblar los valores establecidos para que se enciendan las advertencias: más de 25 microgramos de partículas PM 2,5 o más de 45 de PM10 por metro cúbico de aire durante tres días seguidos en una misma estación.

Esa persistencia disparada y las previsiones de mantenimiento de la estabilidad y la inversión térmica aconsejaron ayer la reactivación del sistema, si bien el Principado aseguró que movilizó los protocolos en Oviedo por simple precaución, dado que las previsiones meteorológicas de "ventilación" apuntaban aquí, no tanto en las Cuencas, a una ligera mejoría.

El nivel preventivo del semáforo asturiano de la contaminación es el más bajo de los tres posibles y sólo compromete a las administraciones a hacer un seguimiento atento de la evolución del problema, a informar a la población o a inducir a las empresas contaminantes a cesar en las actividades potencialmente contaminantes. Se prohíben las quemas, pero aún no se imponen restricciones de tráfico más allá de recomendar el uso del transporte público.

Las medidas no satisfacen a la oposición y ayer el diputado de Podemos Héctor Piernavieja quiso llamar la atención sobre su certeza de que Asturias ha sido en las últimas semanas "el principal punto de contaminación de Europa. Durante muchas horas del día los datos de calidad del aire han sido los peores de toda la UE", resalta el parlamentario, que reprocha al consejero de Medio Ambiente, Fernando Lastra, sus declaraciones "minimizando el problema" y le aconseja "hablar menos y trabajar más", "dejar de decir babayaes" y de "esperar de brazos cruzados a que llueva" para pasar a "aplicar las medidas del pacto presupuestario alcanzado por nuestra formación y el PSOE, que contribuirían a reducir la contaminación y a tener más controlado el aire que respiramos".

Después de semanas de tiempo estable y seco, y de esa inversión térmica que retiene en los valles el aire frío y evita la dispersión de los contaminantes, el episodio empieza a remitir mañana. Si se cumple la previsión, hoy se mantendrá el frío intenso y el cielo despejado, pero mañana ya llueve. La Agencia Estatal de Meteorología prevé los primeros chubascos en más de tres semanas, y aunque las precipitaciones se adelantan débiles, también bajará la cota de nieve, mañana hasta ochocientos metros y el jueves a quinientos.