"Ahora mismo nada está seguro", reconocían dirigentes locales del Partido Popular después de la decisión de la dirección nacional de que sea Teresa Mallada la candidata autonómica en lugar de Mercedes Fernández. La evidente lectura de soterrada desautorización de la presidenta del PP asturiano, que consideraba que Mallada no era la opción idónea, siembra de inquietud a decenas de dirigentes municipales que confiaban en que en unos días se produjese su designación como candidatos.

A esto se suma que haya quedado pendiente la elección del cabeza de lista de Oviedo, que debía haber quedado zanjada ayer, y sobre la que se produjeron varios intentos de presión de distintas corrientes del partido. La dirección nacional tampoco ve bien la alternativa de Mariano Marín como candidato en Gijón. El exdelegado del Gobierno dio un paso al frente para postularse, mientras que el otro posible aspirante, el portavoz municipal gijonés, Pablo González, permaneció en silencio.

En teoría, la dirección nacional mantenía la potestad para decidir las candidaturas de Asturias y de Oviedo, pero ahora también parece dispuesta a dar su parecer sobre las más relevantes, incluidas Gijón y Avilés. El mensaje de que la decisión sobre el candidato en Gijón se tomaría "con calma" incrementó aún más la sospecha de que Casado tenga en mente explorar posibles acuerdos con los foristas. También el perfil de Alfredo Canteli, principal opción para Oviedo y que fue sondeado en su día como aspirante a la Alcaldía por Foro, alimenta las sospechas de dirigentes regionales.