La tierra para el que la trabaja y las subvenciones agrarias para los que viven de verdad de la actividad agraria. Con estas frases pueden resumirse las peticiones que parten de Asturias acerca del futuro de las ayudas que hoy suponen más de un tercio de la renta de las granjas asturianas.

Así consta en un informe elaborado por el grupo que estudia la reforma de la Política Agrícola Común desde la Consejería de Desarrollo Rural, que aboga claramente por sacar del sistema de cobros a los agricultores y ganaderos jubilados que mantienen el derecho a percibir las subvenciones.

El documento estima que no se puede mantener a retirados dentro del sistema, ya que "su presencia distorsiona el escenario financiero de apoyo al sector, confunde el alcance de los apoyos reales y dificulta la incorporación de jóvenes".

El texto también rechaza de forma tajante que la PAC se convierta en un complemento de las pensiones. "Las ayudas directas deben destinarse a los agricultores profesionales. Los jubilados deben quedar fuera, quizá con una senda progresiva a lo largo de todo el periodo para no provocar convulsiones", asegura.

El sector agrario apoya de forma bastante unánime la petición. Ramón Artime, ganadero de leche y presidente de Asaja en Asturias, tiene claro que las ayudas deben ser para la gente que se encuentra en activo. "Todas estas cuestiones deben ser reguladas en la reforma de la PAC, pero es importante que Asturias haga constar su postura".

De la misma opinión es Joaquín Díaz, ganadero de leche de Llanera con una amplia trayectoria a sus espaldas. "Se supone que los que están jubilados ya tienen su sustento". Además, se pronuncia, sobre todo, a favor de beneficiar a los jóvenes. "Ellos son los que más necesitan apoyos en estos momentos. Los que vivimos de las vacas de leche siempre tenemos problemas", recalca.

Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG, resalta que desde hace muchos años la organización defiende que las ayudas sean para los que están en ejercicio. "Fueron pensadas para compensar los bajos precios que percibimos y el que está en activo es el que los padece. Otra cosa es que nuestras jubilaciones, de menos de 600 euros, no den para vivir".

La Política Agraria Común que entrará en vigor después de 2020 llegará plagada de cambios, y uno de ellos será la definición de "agricultor activo", que ahora llaman "genuino", al que desde Asturias se quiere dar prioridad en el cobro de ayudas vinculadas a las producciones. La región defiende también un tratamiento especial para las pequeñas y medianas ganaderías de carácter familiar, que son las que priman en el Principado, de manera que las ayudas sean más altas para las primeras hectáreas y vayan disminuyendo a medida que la ganadería dispone de más terreno productivo. Para el Principado la figura de "agricultor genuino" debe quedar ceñida al que perciba más del 50 por ciento de su renta de la actividad agraria, a la que debe estar vinculado más de la mitad de la jornada laboral.