La ola de frío polar que ayer comenzó a entrar por la península ya se deja notar en Asturias, que está en aviso amarillo ante la posibilidad de que los termómetros se sitúen hasta en seis grados bajo cero en la cordillera asturiana y en Picos de Europa. En enero de 2018, una ola de frío polar desplomó las temperaturas, que llegaron a ser de 13 grados bajos por encima de los 1.700 metros de altitud.

Langreo y Cangas del Narcea ya registraron las mínimas con tres grados bajo cero en el municipio langreano y dos grados negativos en el cangués, según los valores registrados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Brumas y bancos de niebla predominaron durante la mañana, en la que se registraron débiles precipitaciones en algunas localidades del este del Principado y que incluso pudieron ser de nieve en torno a los 800 metros de altitud.

Las temperaturas continuarán en descenso, y las mínimas se alcanzarán al final del día. Pero ya los termómetros reflejan la llegada de la ola de frío polar. Así, en Oviedo la temperatura mínima fue de un grado, mientras la máxima llegó a los ocho. En Avilés y Gijón se registraron cinco grados y seis en Llanes y Navia.

La temperatura más elevada en lo que va de día se registró en Avilés, Gijón y Navia, con 11 grados, mientras que Llanes se quedó en 10. Langreo en ocho y Cangas del Narcea en 7.