El consejero de Educación y Cultura del Principado de Asturias, Genaro Alonso, ha abogado hoy por que el programa de gratuidad de los libros de texto tenga carácter "progresista y progresivo", de manera que beneficie en primer lugar a los menores de familias con mayor necesidad, y que se limite a las etapas obligatorias para asegurar la sostenibilidad del sistema. Así lo ha defendido en la comisión de Educación y Cultura de la Junta General, donde ha acudido a debatir sobre la proposición de ley de gratuidad de los libros de texto y el material curricular impulsada por el PP.

Alonso ha afirmado que el gobierno autonómico es partidario de un mecanismo "progresista y progresivo" de gratuidad de libros de texto que asegure la sostenibilidad de sistema y que continúe con el modelo actual basado en los bancos de libros sustentados en el préstamo y la reutilización. El consejero aboga por un sistema en el que la administración apoye con fondos públicos sólo a los alumnos de las etapas obligatorias -infantil, primaria, secundaria, FP básica y educación especial- debido a que "gratis no hay nada" y no sabe de dónde se podrían sacar los 35 millones que Educación considera costaría aplicar la ley desde cero.

Además, Alonso ha abogado por impulsar la renovación pedagógica y por hacer del libro de texto "sólo una herramienta más" y ha apuntado que la transición hacia materiales digitales obligaría a incluir en la gratuidad este tipo de soportes.

A día de hoy, el Principado cuenta con dos programas de gratuidad de libros de texto: un programa de préstamo y reutilización de libros para el alumnado de centros públicos por el que cada familia recibe 105 euros en forma de un lote de libros propiedad del centro y otro en forma de una ayuda de 105 euros para la adquisición de libros para estudiantes de centros privados concertados. A este respecto, el consejero ha precisado que el sistema aplicado a estudiantes de centros públicos ha demostrado reforzar la eficacia y eficiencia en la gestión multiplicando el efecto positivo. De hecho, un informe realizado por la inspección educativa referido al pasado curso escolar apunta a que el 71,42 por ciento del alumnado primaria y el 53,41 del de secundaria se había beneficiado de este programa de manera directa o por la utilización de excedentes, cifras que experimentan un crecimiento anual del 7,75 por ciento en primaria y del 2,97 por ciento en secundaria.