Asturias es la comunidad más envejecida de España y lidera las tasas de longevidad. Lo que se ve mayoritariamente como un problema puede (y debe) abordarse como una oportunidad. Económica, sobre todo. Ésta es a grandes rasgos la idea que defienden Iñaki Ortega, director de Deusto Business School, y Antonio Huertas, presidente de Mapfre, en su libro "La revolución de las canas". Lleva un curioso subtítulo: "Ageingnomics. Las oportunidades de una economía del envejecimiento". Muchas y nuevas teorías dispuestas a desmontar las de los más pesimistas. Eso sí, hay que trabajárselo.

- Dicen que "la longevidad cambiará el mundo tal y como lo conocemos".

-Pronosticamos que se crearán nuevos empleos en torno a la economía del envejecimiento. Es la tesis de nuestro libro y lo argumentamos sobre la base de lo que hemos bautizado como "ageingnomics" o el conjunto de las oportunidades derivadas del impacto económico y social de las actividades realizadas y demandadas por la población mayor de 55 años. Supondrá en 2025 el 37,8% de los empleos europeos en sectores como la salud, el ocio, la vivienda, el urbanismo, la educación, la tecnología o las finanzas y seguros. Pero para poder beneficiarse es preciso que las instituciones apuesten por promover las mejores condiciones para que España lidere esta nueva economía de las canas.

- España es el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida al nacer y en 2050 (OCDE) será el más envejecido.

-Así es, en 2050 España será el más longevo: un 40 % de la población tendrá más de 65 años. En España, a principios del siglo XX, sólo uno de cada cien habitantes llegaba a los 65; hoy, el 95% de las personas los supera. Gracias a los avances médicos, a nuestra dieta y nuestro excelente sistema sanitario. Son dos los factores para tener una vida más longeva: una vida saludable y una vida en comunidad. Esto es integración social, razón por la cual defendemos seguir trabajando todo lo que se pueda.

- Quizás no suena tan bien vivir más años, si eso conlleva tener que trabajar más años.

-Los "viejennials" serán un nuevo grupo social con buena salud, en plenitud de capacidades y dispuestos a mostrar al mundo su experiencia en todos los ámbitos.

- La "revolución de las canas" pasa no por ser viejos más tiempo, sino jóvenes más años, dicen ustedes.

-En los últimos tiempos el debate sobre el envejecimiento de la población ha alcanzado tintes casi apocalípticos. Hay que dejar de hablar sobre los problemas y riesgos para empezar a poner el acento en las soluciones y en las oportunidades. El alargamiento de la esperanza de vida permitirá que millones de personas de esa edad sigan trabajando, ahorrando, creando y consumiendo. Lo que hará posible que nazcan nuevas industrias para servirles y nuevos emprendedores, muchos de ellos séniors, que encuentren oportunidades donde nadie pensó que podía haberlas.

- La "juvenescencia" (ser jóvenes más años), ¿a cualquier precio? Si el sistema gasta más, mal vamos.

-No deberíamos permitirlo. El estado del bienestar es una de las mejores conquistas que tenemos en Europa y nuestra labor es defenderlo y que lo disfruten también las generaciones siguientes. Pero no va a ser sostenible tal y como está. Habrá que redefinirlo.

- ¿Cómo?

-Defendemos un papel de colaboración entre lo público y lo privado. El Estado tendrá que organizar el nuevo modelo, promover el ahorro para que los futuros jubilados tengan capacidad económica suficiente para que mantengan su nivel de vida y continúen aportando al consumo nacional, flexibilizar el mercado laboral para dar entrada a los mayores con nuevas fórmulas que permitan encajar a esas personas mayores de 70 o más años que van a querer seguir siendo activas, etc. Y las empresas adoptar esos cambios.

- ¿Y las pensiones? Hoy en día ya se hace un esfuerzo extraordinario de ahorro para garantizarlas. La percepción supera los 23 años. En el futuro será aun más difícil.

-Nuestra apuesta es que las pensiones no desaparecerán frente a los más que pesimistas pronósticos. Las pensiones están garantizadas por el Estado, son un derecho que los trabajadores adquieren mediante su cotización, y siempre va a haber pensiones públicas. Lo que sí cuestionamos es si serán suficientes, y en esto hay un consenso generalizado en que su cuantía va a tender a reducirse respecto al último salario. O podemos no hacer nada, o bien entender que tenemos que poner en marcha mecanismos de ahorro incentivados.

- Sin ser experto en el tema, está claro que un país no está preparado para asumir una población tan envejecida tantos años sin que le salga caro.

-El reto es rejuvenecer la economía con una población que peina canas. Aunque parezca una contradicción, la cohorte de edad situada entre los 55 y 70 años que hoy las empresas y la legislación han expulsado del mercado laboral, tiene en sus manos salvar la economía. Esta generación supone la nada despreciable cifra de 897 millones en el mundo o casi 8 millones y medio de españoles. Todo un potencial de actividad, experiencia y creatividad desaprovechado. Nuestro sistema sanitario es sin duda uno de los mejores del mundo, su reto ahora es adaptarse a lo que en el libro llamamos salud líquida: las fronteras de los cuidados sanitarios superarán los hospitales para llegar a los hogares con la medicina personalizada, los tratamiento antiedad o el envejecimiento activo.

- El "ageingnomics" llega para quedarse.

-Mapfre y Deusto Business School hemos acuñado el neologismo que une las palabras en inglés envejecimiento (ageing) y economía (economics), a modo de resumen de lo que se atisba como un nuevo paradigma. Estamos convencidos que en la economía está una de las claves para que el nuevo mundo sea un lugar donde merezca la pena vivir, tengas la edad que tengas. Hoy la mitad de los españoles mayores de 65 años son dependientes; en breve uno de cada dos turistas en el mundo serán de la generación de las canas; la pensión pública cada vez será menor; la población urbana de mayores crecerá un 70% en la próxima década; dos de cada tres viviendas no son accesibles hoy pero a la vez los robots servirán a los mayores como cuidadores, conductores o asesores financieros. Nosotros lo tenemos claro y en este contexto de unos inéditos patrones de envejecimiento apostamos por poner el acento en su dimensión económica como una oportunidad. No podemos olvidar que el 40% del consumo mundial lo realizan los mayores de 65 años (unos 7.000.000 millones de dólares). En Europa, las personas entre 50 y 75 años tienen un 12% más de poder adquisitivo que el resto de edades. Corea del Sur, Israel y especialmente Japón llevan años explorando cómo afrontar la longenvidad.

- Hablan de Mick Jagger como el ejemplo de "viejennial¨: 75 años y dando saltos por los escenarios.

-Los 'viejennials' serán todos los que han nacido a partir de 1965, pasarán a formar parte de esta generación de las canas. El porcentaje de las personas de más de 60 años en el mundo en 2050 será el 21% de la población. Serán un nuevo grupo social con buena salud, en plenitud de capacidades y dispuestos a mostrar al mundo su experiencia en todos los ámbitos. Si agregamos, además, la capacidad de compra de estas personas y les consideramos -hipotéticamente- como si de un país se tratase, el resultado de esa nueva nación de personas mayores tendría un PIB equivalente a la tercera economía del mundo.

- Últimamente la salud y tratar de ser joven a avanzada edad parece una obsesión.

-Efectivamente es un fenómeno muy curioso. En nuestro libro hablamos incluso del vocablo neotenia, del griego "juventud extendida". Esto ya se está produciendo: los abuelos de hoy parecen mucho más jóvenes que los abuelos de ayer; los conciertos de rock, por ejemplo, están llenos de maduritos; el surf y el skate ya no son deportes de chicos jóvenes; playas y skateparks están llenos de cincuentañeros. Como explica gráficamente el filósofo Javier Gomá, hace 80 años una foto de una familia era un serio padre con su mujer y los hijos intentando imitar la apariencia del padre, hoy en esa foto son los padres los que intentan imitar a los hijos con su vestimenta juvenil.