El peaje de las ocho autopistas rescatadas por el Estado tras la quiebra de las concesionarias bajará a partir de mañana un 30 por ciento y será gratis por las noches. En concreto, los conductores no tendrán que pagar ni un céntimo entre las doce de la noche y las seis de la madrugada. La medida ha levantado ampollas en Asturias, donde el peaje del Huerna subió un 1,67 por ciento, algo que los partidos de la oposición consideraron una nueva afrenta a la región. De hecho, el precio del combustible y el peaje hacen del Principado la región más cara para viajar.

La rebaja se aplica a las cuatro autopistas radiales de Madrid, la M-12 que conecta la capital con el aeropuerto de Barajas, la AP-36 entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete), el tramo de la AP-7 entre Cartagena (Murcia) y Vera (Almería), y la Circunvalación de Alicante. A ellas se sumará la AP-41 Madrid-Toledo cuando próximamente concluya el proceso de liquidación de su actual concesionaria y la vía sea también rescatada. Las autopistas públicas se escapan así de la subida media del 1,67% que se aplicó al peaje del resto de vías de pago del país el pasado 1 de enero en virtud de la fórmula automática de actualización de tarifas con que cuenta el sector.

Con esta decisión, el peaje del Huerna pasa a ser el segundo más caro por kilómetro de la red estatal, solo por detrás del de los túneles de Guadarrama (Villalba-Adanero), con la particularidad de que este también tiene que ser abonado por los asturianos que viajan a Madrid. Hasta ahora el peaje del Huerna era el tercero más caro de España, pues el segundo era el acceso al aeropuerto de Barajas (M12), pero la rebaja del 30 por ciento hace que sea a partir de ahora sensiblemente más barata que la León-Campomanes (AP-66).

Con la bajada,a la que se suman descuentos para quienes utilicen sistemas de pago telemáticos, Fomento pretende igualar los distintos peajes que cada una presentaban e incentivar el aumento de su tráfico con el fin de lograr un mayor aprovechamiento de estas infraestructuras que nunca han alcanzado los proyecciones de usuarios realizadas cuando se construyeron. En concreto, cuando se pusieron en servicio, entre los años 2000 y 2004, el tráfico de las nueve vías estaba un 75% por debajo de los estimados, según detalla Fomento en el Real Decreto por el que aprobó la rebaja. El aumento que fueron logrando en los años siguientes se topó en 2008 con la crisis, un periodo que saldaron con un desplome de tráfico del 48,3%.

En la actualidad, estas autopistas, en línea con el conjunto de la red de pago, mantiene la tendencia de recuperación de tráficos iniciada en 2015, si bien al cierre de 2017 están un 37,5% por debajo del que presentaban antes de la crisis. En 2018, a cierre del pasado mes de octubre, los últimos datos disponibles de Fomento, algunas de estas vías registraban caídas del tráfico de entre el 1,01% y el 22%. Es el caso de la radial R-3 Madrid-Arganda, la R-5 Madrid-Navalcarnero y la Ocaña-La Roda.

En términos absolutos, el número de usuarios oscila entre los 1.157 vehículos que, de media, transitan cada día por la Madrid-Toledo y los 22.125 que diariamente toman la autopista entre Madrid y el aeropuerto, la más utilizada de entre las quebradas. Fomento confía en que el aumento del tráfico esperado con la rebaja de tarifas permita elevar hasta un 69% los ingresos de estas autopistas que, no obstante, asume le reportarán pérdidas de explotación durante los cuatro años que estima seguirá explotándolas.