La investigación sobre el asesinato de Javier Ardines, concejal de IU en el ayuntamiento de Llanes, está "muy centrada" cuando se cumplen cinco meses del crimen. La delegada del Gobierno, Delia Losa, eludió entrar en más detalles sobre la investigación tras ser preguntada ayer, en el transcurso de una rueda de prensa sobre la repercusión de los Presupuestos Generales del Estado en Asturias.

La delegada del Gobierno insistió en que el caso sigue bajo secreto de sumario. "La investigación va. Yo creo que está muy centrada. Es preciso recabar las pruebas suficientes para permitir que las decisiones que se tomen tengan el aval que impida una sentencia cuyo resultado no sea el correspondiente al crimen cometido", indicó Delia Losa, quien añadió que la Guardia Civil sigue recopilando pruebas para la instrucción. La delegada evitó hablar de plazos sobre posibles novedades en el caso. "No puedo dar datos que puedan alterar el curso de las cosas", concluyó Losa.

La investigación del crimen corre a cargo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que refuerza a los equipos de Policía Judicial de Llanes y Gijón. Javier Ardines, de 52 años y padre de dos hijos, fue asesinado el 16 de agosto a escasos metros de su domicilio, en Belmonte de Pría, tras salir de su casa a las seis de la mañana en su furgoneta para ir a faenar en su barco, trabajo con el que se ganaba la vida tras haber renunciado a percibir sueldo como concejal en el consistorio llanisco.

Las palabras de la delegada del Gobierno confirman los avances en la investigación de los que informó LA NUEVA ESPAÑA hace varias semanas, en base al cotejo del ADN hallado en las pruebas biológicas recogidas en el lugar del crimen. El autor o autores esperaron a Ardines a las seis de la mañana en un lugar cercano a su casa y por el que debía pasar para ir a trabajar y colocaron unas vallas para obligarle a bajar del automóvil. El cuerpo sin vida del edil fue hallado a 70 metros de su coche. Le habían golpeado y asfixiado.