El sector agroalimentario asturiano se prepara para encarar las consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, programada para el próximo 29 de marzo.
La repercusión inmediata de una posible marcha de los británicos sin acuerdo previo con Bruselas será la incertidumbre sobre la validez en el mercado británico de las marcas de calidad europeas que disfrutan los alimentos asturianos. En la lista se encuentran la sidra, el vino de Cangas, los quesos afuega'l pitu, los beyos, casín, cabrales y gamonedo, las fabas, la ternera y el chosco de Tineo.
En previsión de lo que pueda ocurrir, y poniéndose en el peor de los escenarios, el Gobierno de España ha habilitado un espacio en su web con información para empresas y ciudadanos. Una de las preguntas clave que se plantea el sector productor es si estarán protegidos los nombres de los alimentos españoles con Denominación de Origen Protegida o con IGP que entren en el Reino Unido. En el caso de que hubiese un acuerdo, las DOP e IGP registradas antes del final del periodo transitorio gozarán al menos del mismo nivel de protección que les otorga la actual normativa vigente.
Si no existe acuerdo, el Reino Unido establecerá, según considere y esté obligado por los acuerdos internacionales, el sistema de protección de las indicaciones geográficas extranjeras en su territorio, pero no estará obligado a respetar los acuerdos anteriores. Las marcas de calidad con marchamo europeo pasarían a ser de un tercer país, por tanto estarían en un nivel diferente al actual.
La sidra y los quesos están entre los productos que pueden verse más afectados, ya que son los que copan las exportaciones a Inglaterra en estos momentos.
Por otro lado, también está en el aire la cuantía de las ayudas de la Política Agrícola Común, ya que el Reino Unido dejará de aportar su contribución al presupuesto.
Sin acuerdo, las instituciones europeas y nacionales afrontarán este tema y sus consecuencias y tomarán las decisiones oportunas para preservar al máximo los intereses de los destinatarios de las políticas comunes, y en especial de la PAC, según indica el Gobierno.
Si la salida es consensuada, el Reino Unido deberá cumplir con todas sus obligaciones financieras derivadas del Marco Plurianual 2014-2020 y, por tanto, las ayudas para Asturias no sufrirían ninguna merma. A partir de ahí, las subvenciones dependerán de lo que se acuerde entre los veintisiete estados miembros.
