Hoy se nos ha ido Vicente Álvarez Areces, Tini, para todos los que lo conocíamos. Se fue sin que nadie lo esperara, sin ningún aviso, sin sentir que su vida se fuera a apagar. Todo lo contrario. Hoy mismo Tini tenía la agenda llena de actividad, pues habíamos quedado en la FSA para analizar con detalle los presupuestos del Estado. Y sin embargo, así, sin que nadie lo esperara, Tini ha emprendido su último viaje, dejando a todos, a sus familiares y amigos, a sus compañeros y compañeras, rotos en el dolor.

Si hay una persona en Asturias que encarna como nadie la vocación política, ese era Tini. No era de “pasar por los cargos”, sino de echarse cargas a la espalda y tomar decisiones. Podrías estar o no de acuerdo, pero nadie nunca podrá decir que no se comprometía y decidía. Y que no se volcaba en cada responsabilidad que le tocara asumir. Ya fuera en el Gobierno de España, trabajando en temas de Educación. O su etapa municipal -aún hoy, vecinos y vecinas le llaman Alcalde en Gijón-. Fue el Presidente que más tiempo estuvo al frente de la Comunidad, desarrollando proyectos transcendentales para Asturias. Y ahora, era un senador cuya agenda estaba, siempre, llena de compromisos y de trabajo.

Pero Tini tenía algo más: tenía su propia trayectoria personal al servicio de la Libertad. Esa trayectoria que le había llevado a luchar contra la dictadura franquista y la ultraderecha. Ese compromiso que le llevó a dar la cara, cuando más difícil era hacerlo, siendo muy joven. Esa Libertad y Democracia que hoy disfrutamos, es hija, entre otros muchos, del compromiso de Tini.

Y además, quiero señalar que Tini siempre estaba a disposición. A disposición de las personas y a disposición del proyecto político de los socialistas. Desde que asumí la candidatura a la Presidencia del Principado, era rara la semana en que Tini no me comentaba algo, me recomendaba una lectura o me explicaba la forma en que afrontar una decisión o una campaña. Y eso es algo, os lo aseguro, que siempre le agradeceré.

Paz para ti, Tini. Y para su familia, su mujer y sus hijos, gratitud. Gratitud porque tuvieron a Tini en sus vidas pero fueron generosos y lo compartieron con todos nosotros y nosotras, con las gentes de Asturias.