Todo está listo para repatriar a Honorina Montes, la yerbata que desapareció en 1992 y fue localizada hace unos meses mendigando por las calles de Buenos Aires al ser confundida con la madre del cantante Luis Miguel, Marcela Basteri, cuyo paradero se desconoce. El Consulado de España ha remitido un correo al Principado preguntando cómo será repatriada la yerbata, que continúa ingresada en una institución mental de la capital argentina. La pelota está ahora en el tejado de la Administración regional. El hermano de la mujer, Rubén Montes, que ha mostrado interés en acogerla en San Julián de Bimenes, donde reside con su madre octogenaria, indicaba hace unos días que no sabía aún cuando regresaría a casa su hermana, a la que estuvieron buscando durante años y llegaron a dar por muerta, hasta el punto que le dedicaron misas en la iglesia parroquial.

Hace unos meses se instaló vigilancia policial en el hospital psiquiátrico de Buenos Aires en el que Honorina está ingresada, después de que las sobrinas de Marcela Basteri intentasen tomarle una muestra de saliva para hacer una prueba de ADN, convencidas de que se trataba de la madre de Luis Miguel. La polémica parece haberse calmado en Argentina con este asunto. Y es que un nutrido grupo de personas llegó incluso a intentar asaltar el manicomio bonaerense para "rescatar" a la yerbata.

En abril del año pasado, una conocida youtuber bonaerense, Malena Aballay, colgó en su canal un vídeo en el que llamaba la atención del parecido con Marcela Basteri de una mujer sin techo que mendigaba en las inmediaciones de su casa. Ahí tocó una fibra muy sensible en Hispanoamérica, obsesionada por el destino final de la madre de Luis Miguel. Un equipo de la televisión chilena se desplazó a Buenos Aires y localizó a la indigente y trató de hacerle una entrevista.

Tuenes y Les Xerruques

La mujer, con las facultades mentales muy afectadas, comenzó a soltar una retahíla de frases inconexas, en medio de las cuales mencionó la localidad yerbata de Tuenes y diversos lugares muy concretos de la zona, como la escuela de Les Xerruques. Una joven asturiana vio el vídeo y lo remitió al alcalde de Bimenes, Aitor García. Finalmente, le llegó a Rubén Montes, quien reconoció sin duda alguna a su hermana desaparecida desde hacía 26 años. Un hallazgo milagroso, podría decirse.

A partir de ese momento, comenzaron a moverse los hilos para, al menos, facilitar a la mujer mejores condiciones de vida. Fue instalada en un centro psiquiátrico y ahora queda su repatriación a alguna institución asturiana o incluso su casa de Bimenes. Falta posiblemente lo más complejo, que alguien asuma el traslado de la mujer de vuelta a la región, después de 26 años en blanco.