Las precipitaciones han llegado a Asturias para quedarse. De nieve en las zonas altas, de lluvia en las más bajas, no cesaron durante buena parte de la jornada de ayer. La nieve, de hecho, obligó a cortar durante varias horas a los vehículos pesados la autopista del Huerna (AP)-66) y el puerto de Pajares (N-630). Fue hasta que las máquinas quitanieves dejaron expeditas ambas vías, poco más allá del mediodía. Pero la anunciada "nevadona" aún se demorará unos días: llegará el próximo fin de semana, según los pronósticos de los meteorólogos. Entre tanto, frío y una alerta por nevadas en la región.

El único incidente de importancia registrado ayer en las carreteras asturianas ocurrió pasadas las dos y media de la tarde, en la zona conocida como Peorneo, entre las majadas de La Capilla y Collainos, en el concejo de Aller, cuando un turismo ocupado por una pareja de jóvenes acompañados de un perro descendía en su vehículo desde La Raya hacia Felechosa. Por causas desconocidas el conductor perdió el control del automóvil, que volcó lateralmente sobre la calzada. Los ocupantes pudieron salir del vehículo por su propio pie y sin lesiones aparentes, quedándose todo en un susto y los correspondientes daños del vehículo, lo que generó la intervención de la Guardia Civil, cuyos agentes se encargaron de las operaciones de auxilio, hasta la llegada de una grua que retiro el vehículo horas después.

El temporal provocó también el corte de la línea de Feve entre Ribadeo y Cudillero, a causa de la caída de piedras en la vía, que fueron arrolladas por un convoy. No hubo daños, pero los pasajeros tuvieron que ser transbordados en autobús.

En el concejo de Ponga, por su lado, se registró un pequeño argayo en la AS-261, que une San Xuan de Beleño con la carretera del puerto del Pontón. El argayo afectó a un carril, si bien el tráfico no se ha visto afectado y ha sido fluido en todo momento.

Si se exceptúa Galicia, el aeropuerto de AsturiasEn el ranking total, la estación meteorológica del aeropuerto de Santiago del Monte fue la novena de España con más precipitación registrada. Las ocho que se situaron por encima eran gallegas, de las provincias de La Coruña (6) y Pontevedra (2). En Asturias, después del aeropuerto, donde más lluvia se registró fue en Cabo Busto (31,2 litros por metro cuadrado acumulados), Cabo Peñas (1,0), Oneta-Villayón (30,4) y Salas (30,0).

Fuertes rachas de viento

Otro fenómeno meteorológico destacado ayer en Asturias fue el viento registrado en Ouria (Taramundi), con rachas de hasta 69 kilómetros por hora, lo que colocó a esta localidad en el cuatro puesto del ranking nacional de la jornada, solo por detrás, nuevamente, de lugares de Galicia: Finisterre, Estaca de Bares y Cabo Vilan. En el puerto de Pajares el viento alcanzó rachas de hasta 48 kilómetros por hora, y en Panizales (Amieva) de 54 por hora.

En las estaciones de esquí, mientras tanto, sus responsables aguardan las nevadas anunciadas por los meteorólogos para los próximos días, pues apenas si hay nieve. A pesar de la falta de nieve, el de ayer fue un día de intenso movimiento de coches hacia las estaciones invernales. La de Fuentes de Invierno permanece cerrada a la espera de mas nieve, ya que carece de sistemas de fabricación de nieve artificial desde hace más de una década, pese a que en el proyecto inicial figuraba incluido ese servicio, lo mismo que la dotación de energía eléctrica por red, que tambien falta, por lo que sigue siendo aportada por un conjunto de generadores alimentados por por gasoleo al no haber logrado los responsables de la instalación un acuerdo con la Diputación de León para conectarse a su red.

Los esquiadores procedentes del Principado sí pudieron practicar el deporte blanco en la fronteriza estación de San Isidro, abierta al público y que en el día de ayer ofertaba la denominada "travesía azul", dos cintas de debutantes y las pistas del circo de Cebolledo, con dos kilómetros esquiables y espesores de entre 15 y 30 centímetros, lo que sirvió para concentrar un total de 367 deportistas. Tanto en San Isidro como en el resto de las estaciones de esquí de la cordillera esperan que la nieve llegue en cantidad suficiente durante las jornadas de mañana o el martes.

También como agua de mayo se esperan durante estos días las lluvias en la comarca oriental, e incluso la nieve en las cumbres de los Picos de Europa para que los ríos recuperen sus habituales niveles en época invernal. Y es que al filo del mediodía de ayer, sábado, el nivel del río Güeña a su paso por Cangas de Onís era de únicamente 0,30 metros, con un cauce plagado de toneladas de sedimentos en la desembocadura; en tanto que el río Sella, en las inmediaciones del puente "romano" llega a 1,58 metros. Unos niveles impropios de esta época del año que los lugareños, sobre todo los pescadores, esperan que cambien radicalmente en las próximas horas.