El aspirante a una plaza de profesor asociado para el área de Historia del Arte ha llevado a la Universidad de Oviedo a los tribunales por "alterar" los criterios de selección para "favorecer" a tres candidatos. "El Rector preguntándose por qué hay tanta endogamia y la institución fabricándola", protesta. El demandante asegura que, entre otras irregularidades, la comisión de selección rebajó al 50% la ponderación de los méritos para beneficiar a ciertos aspirantes cuando previamente "acordó y publicó" que lo haría al 100%, tal y como establece la Ley Orgánica de Universidades. De haberse aplicado el baremo inicial, explica, "los resultados de los cuatro primeros clasificados habrían sido mucho más ajustados". Sin embargo, no hubiese alterado el orden -el denunciante quedó el cuarto-, como señala el juez para desestimar su recurso, aunque da un tirón de orejas a la institución académica: "Ha de reprocharse a la comisión de valoración la aplicación de una ponderación inadecuada en la medida en que desborda el baremo establecido y beneficia a unos candidatos en detrimento de otros".

Con una ponderación del 100% de los méritos, el demandante hubiese quedado a sólo "5,26 puntos del tercer clasificado y no a 6,67 con el 50%". Con el cambio de criterio de valoración, la Universidad de Oviedo, explica en una resolución, pretendió que "el resultado pudiera recoger todos los méritos aportados, evitando que sobrepasaran la puntuación establecida en los criterios de valoración". El reclamante, licenciado en Historia del Arte y Derecho, alega que la comisión "esperó a conocer la totalidad de los datos aportados por los 22 aspirantes a la plaza para llevar a cabo una adaptación del baremo absolutamente disparatada, ilegal y distorsionadora: la ponderación al 50% de los méritos alegados, manteniendo los máximos al 100%". A su juicio, la Universidad "adaptó el baremo al perfil académico de los tres primeros clasificados", más ligados a la institución. Por eso, el afectado tacha su caso de "agorafobia o endogamia": "Sin tesis no hay plaza", cuando la figura de profesor asociado valora "la experiencia profesional fuera de la Universidad con hasta 45 puntos mientras que la lectura de la tesis doctoral con un máximo de 4". La institución asturiana es de las más herméticas de España a la llegada de profesores de fuera de la Universidad: según las estadísticas oficiales, el 84% de los docentes que dan clase en la Universidad se doctoraron en ella.

"Lo peor de todo es que el resto de aspirantes -unos veinte- no saben todo esto y a lo mejor están desmoralizados porque piensan que están muy lejos de conseguir dar clases. Yo lo averigüé a base de esfuerzo personal y económico. No todo el mundo puede permitirse pagar 2.000 euros a un abogado y un procurador", expresa indignado. Uno de los aspectos que más le irrita, se queja, es la "falta de transparencia" y los numerosos "obstáculos" puestos "para entorpecer el descubrimiento de las irregularidades finalmente destapadas". El primero de esos obstáculos, cuenta, es la publicación por parte de la comisión de únicamente el nombre y el DNI de los aspirantes en vez de las puntuaciones obtenidas. De esta forma, "se nos priva del derecho a ejercer un primer control del proceso al comparar las puntuaciones". "Hasta el cuarto informe que solicité no me desvelaron que habían cambiado el baremo", asegura.

El demandante ha recurrido ya la resolución del Juzgado de los contencioso administrativo número 4 de Oviedo en tanto en cuanto desestima su recurso por no haber podido demostrar que el cambio de criterio de selección modifica el orden de clasificados. "Quiero seguir luchando, llegaré hasta el final", avisa. La plaza objeto de litigio fue convocada el 1 de junio de 2017.