Todos se mostraron unánimes a la hora de expresar el cariño, el respeto y la admiración por la personalidad de un político al que se le podrán echar en cara muchas cosas, pero en ningún caso su falta de entrega. Ayer, a Vicente Álvarez Areces, le rindieron homenaje hasta quienes fueron sus adversarios políticos que no le negaron un papel en la conformación de la Asturias de hoy.

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, fue la única integrante del Gobierno de Sánchez que asistió a un acto que "identificó muy bien a la persona a lo largo de las intervenciones" y que fue "muy emotivo". De una familia socialista alejada de Areces, no le dolieron prendas en reconocer del político gijonés "su defensa de la democracia y su ilusión permanente por transformar la sociedad y hacerla más justa".

Para Delia Losa, delegada del Gobierno, el de ayer fue "un acto precioso, muy emotivo". Areces "fue un torrente en la vida pública, un trabajador inagotable". Del homenaje, le gustó hasta el 'Gijón del alma', "aún sin ser de Gijón, emociona mucho. Tini fue ante todo el alcalde de Gijón, nunca olvidó su arraigo".

Faustino Blanco, secretario general de Sanidad y Consumo en el Ministerio de Sanidad, abundó en lo sentimental: "La verdadera emoción del día de hoy estuvo en la ausencia de la persona. Fue un político irrepetible, incansable, siempre propulsando iniciativas. Su marcha es muy dura para Asturias".

En la cita de ayer no podían faltar otros presidentes autonómicos, como Pedro de Silva o Antonio Trevín, para quien Areces ha dejado sobre todo "el ejemplo de un político con ideología clara, sin renunciar al pragmatismo, siempre al servicio de las necesidades de la gente".

Los políticos que alguna trabajaron codo con codo el los Gobiernos de Areces no podían evitar la nostalgia. Por allí pasaron exconsejeros como Servanda García (Medio Rural) o el gijonés Francisco González Buendía (Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras), quien aseguró que "su legado, su herencia está ahí, se está reconociendo todo lo que hizo por Gijón, por Asturias y, como senador, por España". Otro exconsejero, Santiago Menéndez de Luarca (Medio Rural y Pesca), recordó sobre todo "su inteligencia y fortaleza", la figura de "un alcalde y un presidente insistente". No quiso dejar de lado su "buen espíritu" y lo "buena gente" que era, "aquellos momentos gratos en que compartíamos pinchos de tortilla".

Juan Fernández Pereiro, director de Vivienda en el primero Gobierno de Areces y luego alcalde de Valdés y ahora director general de Ordenación del Territorio, no quiso faltar al homenaje a un hombre "infatigable, con las ideas muy claras siempre; lo que hizo, es lo mejor que se ha hecho".

El exconsejero de Industria Graciano Torre calificó el de ayer como "un homenaje perfecto, emotivo, y la música, fantástica". Y es que para "Chano" Torre, parafraseando a Paco Villaverde, "sería imposible condensar quién fue Areces en un pequeño acto".

La de ayer era una ceremonia a mayor gloria del socialismo asturiano. Estaban las viejas glorias, como Jesús Sanjurjo, primer secretario general de la FSA-PSOE en la etapa democrática, quien estimó el de ayer como "un homenaje a la altura de la persona. Se ha logrado establecer un relato lo más fiel, sin caer en el simplismo. Ha sido un dignísimo acto a uno de los políticos más relevantes que dio Asturias en el siglo XX y una persona valiosísima. Que se haya realizado en la Laboral tiene su simbolismo, porque fue aquí donde se celebró la asamblea de la agrupación local en 1987, cuando no se hablaba todavía de primarias, pero también se tomaban decisiones de la base. Para Tini nada fue irrelevante en aquel momento. Hoy se ha logrado un acto lleno de emoción y rigor". Otro veterano socialista, Antonio Masip, rememoró el tiempo político compartido desde la época de la clandestinidad. "De él me quedo sobre todo con la amistad", aseguró.

No faltó el nuevo socialismo, en la persona de Adrián Barbón, secretario general de la FSA, para quien Areces es "el mejor ejemplo de lo que significa tener vocación política", y "marca el camino de las siguientes generaciones de políticos".

Hubo muchos alcaldes, como Wenceslao López (Oviedo), José Antonio Mesa (Allande) o Mariví Monteserín (Avilés), quien salió del acto muy emocionada, junto a la viuda del recientemente fallecido Manuel Ponga, Juana María Esparta. Monteserín no dejó de notar el "mes terrible que está sufriendo el socialismo asturiano". Aseguró que el acto de ayer "le hubiese gustado a Tini, que nunca hablaba de la muerte, era su forma de entender la vida". Y añadió: "El legado de Areces va a crecer con el tiempo, su forma de entender la política como constructor de cambios sociales y ciudadanos, lejos de modos y modas autodestructivas que a él no le gustaban". El que fuera alcalde de Avilés durante quince años, Santiago Rodríguez Vega, resaltó del gijonés sobre todo una lección: "Hay que dar la batalla siempre por las convicciones". Y Álvaro Álvarez, viceconsejero de Función Pública, indicó que Areces "ha sido el político más querido en Asturias desde la Transición, estaría encantado con el acto de hoy; quería que le quisiera la gente". De Areces resaltó su "buena cabeza e impulso, su cercanía con la gente, era el político ideal".

Areces siempre trató de llevarse bien con los sindicatos, sobre todo UGT. En la Laboral estuvo el secretario general, Javier Fernández Lanero, para quien la despedida fue "sencilla, pero entrañable, como era Tini". Y añadió: "El relato del hijo pequeño, espectacular, nos da una visión más íntima, más allá de la política, de una persona de una gran talla humana. El acto ha estado a la altura de lo que era Tini, alguien muy importante pero al mismo tiempo muy llano, muy cercano". También estuvieron sus antecesores en el cargo, Justo Rodríguez Braga y Eduardo Donaire, quien firmó con Areces el primer pacto social por el empleo, en PIE, en 1999. "El martes por la noche le felicité tras su intervención en la comisión de investigación de los cursos de formación; era una persona que merecía la pena conocer, un paisano, con el que podías contar y que contaba contigo". Para José Luis Alperi, secretario del SOMA, de Areces queda "un gran político y una estupenda gran persona, siempre estuvo dispuesto a echarnos una mano, siempre conté con su apoyo y su buen hacer".

Ovidio Sánchez, expresidente del PP de Asturias, quien fuese uno de sus grandes adversarios, recibió una llamada de Areces un día antes de morir, para darle el pésame por el reciente fallecimiento del padre del político popular. "Fue una llamada muy cariñosa, hablamos de su madre, que tiene 107 años y le dije: 'Sois de madera larga'. Y al día siguiente...". Con Areces tuvo "debates duros, pero en tono constructivo; era muy tenaz". Ignacio Prendes, diputado de Ciudadanos y vicepresidente primero del Congreso, resaltó la "intensidad de su vida política, y su pelea por las ideas".

El mundo universitario estuvo representado por el rector Santiago García Grand a, para quien Areces fue "una personalidad única, para toda Asturias y la Universidad; siempre estuvo pendiente de las nuevas metodologías". Santos González, catedrático de Álgebra de la Universidad de Oviedo, dijo por su parte: "Ha sido un acto hermosísimo y muy emblemático. Los dos hablábamos mucho de Matemáticas y en los últimos tiempos de su hijo Alberto, que está en el Instituto de Astrofísica de Canarias. A él le asesoré en un máster de Big Data como analista financiero. Areces vivía por y para el hijo. Esa era su pasión ahora: la parte académica. Tini ha sido un luchador vigoroso y continuaré acompañando a su hijo, del que Areces siempre estaba pendiente".

El mundo de la empresa estuvo representado por Francisco Rodríguez, presidente de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), quien proclamó: "Ha sido un homenaje precioso. Todos los intervinientes dijeron la verdad y coincido en resaltar la calidad humana y bondad de Areces". También por Jacobo Cosmen, presidente del Grupo ALSA, quien indicó: "Ha sido un acto entrañable, que ha recogido muy bien el sentir general de tristeza por la muerte de Tini. Lo que más me emocionó fueron los discursos de sus dos hijos, especialmente el de Alberto, me llegó muy adentro".

Marcelino Martínez (Santi), presidente de la Federación de Coristas de Asturias, conoció a Tini hace 47 años en las juventudes comunistas, luego trabajó en el área de cultura del Ayuntamiento. de Gijón cuando Tini era alcalde: "La despedida ha sido muy emotiva. Ha sido un reconocimiento público hacia un hombre fundamental para Asturias y Gijón, a la que se entregó del todo". Ángel Iglesias, vicepresidente de la misma Federación, dijo por su parte: "Nadie mencionó lo que Tini hizo por la zona rural de Gijón. Yo fui presidente de la Federación de Asociaciones y siempre me concedió todo. Antes de él, no teníamos caminos asfaltados, luz, ni agua limpia".

El sacerdote José Antonio García Santaclara, presidente y fundador de la Fundación Siloé, felicitó a los organizadores del acto "por la cercanía" y el "corazón" que habían puesto en el homenaje. "Un acto sin trampa ni cartón", señaló, "como Areces, que con Siloé siempre fue muy cercano". Luis Manuel Flórez, "Floro", fundador de Proyecto Hombre, resaltó el apoyo de Areces a esta ONG y uno de sus rasgos de personalidad: "Tenía ese don de hacerte importante como persona, igual que el don del compromiso". Para Manolo Peñayos, músico y cantante de Nuberu "ha sido un acto muy correcto. Me han gustado sobre todo las palabras de su hijo Alberto. De Tini sólo puedo decir que las primeras perras que gané me las pagó él en el 76".

El pintor Manuel García Linares, resaltó la emotividad que dio a la despedida el hijo menor de Álvarez Areces, Alberto, "al que recuerdo de cuando vino muy pequeño a batear a Navelgas". En esta semana de fatalidad, el artista recordaba haber encontrado una fotografía de una exposición suya en la que se ve a Areces con Juan Cueto y el hostelero ovetense Marcelo Conrado Antón, ambos recientemente fallecidos, y afirmaba que "de Tini está dicho ya casi todo. Me unía con él una muy buena relación. Era una persona que te llegaba".

El escritor Luis Sepúlveda, que dijo ser su amigo, calificó su muerte de "pérdida terrible para un pueblo, era admirado y querido fuera de las fronteras de España". Para el chileno, Areces fue "un animal de trabajo, con un gran tesón, y siempre fiel a sus amigos".