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El PP asturiano se sale del guión nacional

Los populares de Asturias afrontan el reto de cumplir la premisa de unidad de Casado sumando nuevos actores políticos e integrando a los anteriores

A la izquierda, Reyes Hurlé, Andrés Ruiz (presidente de Nuevas Generaciones en Asturias), Teresa Mallada y Diego Gago (presidente nacional de NN GG); a la derecha, Pablo Álvarez Pire y Álvaro Queipo. MODEMPRESS / P. T.

Refundación, un partido "unido y fuerte", pluralidad, "la casa de todos" los que están a la derecha del socialismo? Estos conceptos circularon, una y otra vez, durante los tres días de la convención nacional del PP en Madrid, que buscó el difícil objetivo de calmar las aguas en el partido, integrar en el evento a todos los derrotados del congreso en el que venció Pablo Casado y, de paso, plantar la batalla de las ideas a Ciudadanos y Vox, con el fin de cortar la sangría de votos que, pese a conseguir el gobierno en Andalucía, preocupa, y mucho, en Génova. Fue una convención con música épica, escenografía rejuvenecida pero sin olvidar el pasado y la sensación generalizada de que el partido ha echado el resto.

¿Y cómo sale el PP asturiano de la cita? ¿Ha asimilado todos esos conceptos? El partido en el Principado sí está en claro proceso de refundación, pero está por ver si se hace "unido y fuerte". El partido en el Principado está abriéndose a la pluralidad, pero queda que la voluntad de integración de las partes lo convierte en "la casa de todos". La delegación asturiana se salió del guión del cónclave, hizo intervenir al guionista y puso sobre la mesa su propia trama, plagada de retos para los próximos días. Mercedes Fernández visibilizó sus diferencias con Teresa Mallada en el epicentro popular del país y, al mismo tiempo, se dibujaron derroteros hacia los que se dirige la nave asturiana, pilotada por dos mujeres que están condenadas a entenderse o a las nefastas consecuencias de una guerra cainita en plena carrera electoral.

Cherines en tres días. La presidenta del PP asturiano llegó disparando a la convención. Ni siquiera entró al pabellón ferial de Madrid y ya soltó la bomba: "Algunos sabemos construir desde cero y otros recogen el relevo desde el trabajo hecho". Sonó, al mismo tiempo, a premeditado y a la explosión de un malestar acumulado durante días por la manera en la que la dirección de Casado la relevó al frente de la lista autonómica por la expresidenta de Hunosa Teresa Mallada, que llegó a Madrid por separado y tuvo problemas con la acreditación al no formar parte de la delegación del PP asturiano encabezada por Mercedes Fernández. En el segundo día de convención se produjo la reveladora foto de todos los populares asturianos. A la misma, Fernández y sus fieles llegaron "in extremis" y se situaron alejados de Mallada. Fue en la misma jornada en la que hubo toque de atención de Maroto a los "cherinistas": "El futuro es Mallada". Al tercer día, lejos de resucitar, Mercedes Fernández asistió con discreción: llegó, escuchó el cierre y se fue sin hacer balance alguno del cónclave, con el "mute" activado.

Mallada, fiel al guión marcado. La candidata del PP al Principado rehuyó del cuerpo a cuerpo con Mercedes Fernández: una y otra vez recordó que tiene el "absoluto" respaldo de la dirección nacional y que se siente también muy apoyada en el partido en Asturias. Relativizó las tensiones mostrando esperanza en que haya coordinación con la ejecutiva regional de Mercedes Fernández. Eso sí, reivindicó su competencia para elaborar la lista electoral de Asturias, aunque garantizó que escuchará a Mercedes Fernández. Sabe que necesita de ella para muchas cuestiones a lo largo de la campaña electoral.

Poli bueno, poli malo. La trama asturiana, disonante en la convención de la "reunificación" del PP, tuvo a su poli bueno y a su poli malo. Este último volvió a ser -igual que cuando comunicaron a Mercedes Fernández el relevo en el cartel electoral- Javier Maroto, vicesecretario de Organización de Casado. No se cortó y lanzó la contundente advertencia a Mercedes Fernández y los suyos. Sin embargo, al día siguiente y calmando las aguas, llegó el poli bueno, una voz aún más autorizada: Teodoro García Egea, número dos en la jerarquía de Génova. Él sabe que sería contraproducente no contar con la ejecutiva de Mercedes Fernández para la carrera electoral y reconoció públicamente el buen desempeño que tiene la misma en las juntas locales y bases del partido. Egea apostó por la compatibilidad entre Fernández y Mallada, por el entendimiento que, a su vez, piden amplios sectores del partido en Asturias, ya sean más proclives a una u otra.

Venta, el primero que integrar. Teodoro García Egea tuvo un guiño especial para el "número dos" de Mercedes Fernández, Luis Venta Cueli. No sin intención: existe especial interés en integrar a Luis Venta en la lista de Mallada, seguramente como número uno por Oriente y para mantenerlo como portavoz de Agroganadería y Mundo Rural, ámbito que el veterinario maneja al dedillo. Está por ver si acepta el actual diputado autonómico, fiel a Mercedes Fernández y que tiene garantizada, si quiere, la vuelta a su puesto de funcionario. Lo que está claro es que la complicada pacificación no sólo pasa por que la presidenta del PP asturiano asuma la situación dictada por Génova, sino también por que Mallada tenga voluntad real de integrar en su proyecto a gente de Fernández.

El núcleo joven de Mallada. Durante la convención, Teresa Mallada estuvo escoltada por dos actores jóvenes pero con trayectoria en el PP que adquieren ahora protagonismo en la primera línea. Uno de ellos es Pablo Álvarez Pire, "casadista" pese a que no era la directriz ni en su junta local de Oviedo ni en la de Asturias. El expresidente de Nuevas Generaciones en Asturias es un servidor al partido y, quienes le conocen, destacan su capacidad para "relaciones públicas" y diálogo detrás del foco público. El otro, que será portavoz de campaña de Mallada, es Álvaro Queipo, presidente del PP de Castropol. Ingeniero con carrera profesional y formación política sólida, cuando formaba parte de Nuevas Generaciones "los mayores" aseguraban que el futuro del partido pasaba por él y por David González Medina, actual diputado autonómico con destacada actividad durante este mandato.

El enlace con Génova. Mallada adelantó en la convención que uno de los pilares de su campaña versará en que Asturias tiene que ser más escuchada en Madrid y ella está "en disposición" de lograrlo, al tener el respaldo de Génova. Algo que en parte es gracias a la labor de la avilesina Reyes Fernández Hurlé, secretaria general de Nuevas Generaciones a nivel nacional. Muy activa durante la convención, la exconcejala de Avilés ha hecho de enlace en Génova para Mallada, aportando información y siendo escuchada especialmente por Javier Maroto, encargado de tomar decisiones respecto al partido en el Principado. Todo apunta a que Hurlé tendrá un peso muy importante en el PP que se está dibujando en la región.

Vox y voto. Durante la convención nacional hubo constantes menciones veladas al partido de Abascal: tanto para diferenciarse de él y recuperar el éxodo de electorado al mismo, en mayor medida; como para advertir que el PP no les aplicará cordón sanitario alguno, en menor medida. Casado quiere, en cierta medida, "Vox y voto". En esa dicotomía se dio la circunstancia de que al cónclave asistió, como invitada, la "Tertulia de los Viernes", asociación que se define como "apartidista" pero cercana a Vox en pensamiento. Tanto es así que, por esta vía, se "coló" en la convención el que será candidato del partido de Abascal en Asturias, Ignacio Blanco, que aparecía en la foto principal de un folleto repartido durante la cita por el colectivo liberal.

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