En Cuevas, un pequeño pueblo allerano a quince minutos en coche de Fuentes de Invierno, hacía casi tres meses que no veían nevar. "Desde el 28 de octubre", afirma con exactitud la hostelera Cristina Suárez. Ayer fue el día en el que "por fin" el frío volvió a golpear con copos blancos el ventanal de su chigre. "Deja que nieve lo que quiera. A ver si comienza la temporada de una vez", decía mientras servía cafés y caldos. Y aunque empieza tarde, empieza por la puerta grande: Aller fue el concejo de España en el que más llovió. En veinticuatro horas se acumularon más de 50 litros por metro cuadrado. El primer temporal del invierno llegó a Asturias con toda la artillería pesada: nieve por encima de los 600 metros (con acumulaciones de más de 80 centímetros en la cordillera Cantábrica), precipitaciones (en Salas y Llanes cayeron también más de 40 litros), bajas temperaturas (mínima de menos 2,6 grados en Leitariegos) y oleaje (de casi 6 metros). A este cóctel polar se sumará hoy un elemento más: el viento.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé rachas muy fuertes en el litoral, la cordillera y el tercio oriental. Y en general la borrasca se recrudecerá en la región durante la jornada. De hecho, se elevará a naranja -fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales- el nivel de nevadas y oleaje, y a amarillo -no existe riesgo para la población- el de viento y precipitaciones. A las doce del mediodía la carretera de subida a San Isidro era un desierto blanquecino, que muy pocos se atrevían a cruzar y que a última hora del día se cerró al paso de vehículos. Una máquina quitanieves no era suficiente para tanto trajín. También fueron cerrados los altos del Connio y Tarna, y por Pajares no pudieron circular en todo el día los camiones. El uso de cadenas fue necesario en catorce puertos: El Palo, Pozo de las Mujeres Muertas, La Marta, Leitariegos, Collada de Arnicio, Cerredo, Campillo, Tormaleo, La Colladona, San Ignacio, La Cobertoria, Somiedo, San Lorenzo y Ventana. En cuanto al tráfico ferroviario, la línea Gijón-Cudillero sufrió un corte de dos horas a causa de la caída de un árbol.

Pese a haber sido Aller el epicentro de la borrasca en España, la jornada transcurrió con normalidad en el concejo. Benigno del Cuadro, minero jubilado de Felechosa, no dudó en subirse a su todo terreno y conducir varios kilómetros para dar de comer a sus "trece pitas y un gallo". Y, de paso, echar un vistazo a sus once vacas de carne. Todas estaban a resguardo y calentitas en la cuadra. "Las pitas no pisan la nieve, qué va, no quieren saber nada del frío", asegura Del Cuadro.

- ¿Y a usted? ¿Le gusta la nieve?

-Na.

- ¿No?

-Tamos en teyu todo el día.

Y bajo techo seguiremos: el temporal irá a más hoy. ¿Por qué de pronto tanto frío? Por la confluencia de dos fenómenos, según explica la Aemet: la entrada de una masa de aire del Noroeste fría y húmeda y la llegada de un frente atlántico. El temporal se quedará en Asturias al menos hasta el viernes, cuando "comenzará a estabilizarse la atmósfera", según avanza el portavoz de la Agencia Estatal, Rubén del Campo, aunque "podría llegar un nuevo frente a la Península durante el fin de semana", añade. En el concejo de Aller están encantados con que el invierno "sea invierno" y no una prolongación del otoño. "Estábamos ansiando que llegase la nieve", confesaba ayer Patricia Mejido, al frente de un supermercado en Felechosa. Aunque lo visto ayer, coinciden los alleranos, "no ye nada". Todavía tienen que caer muchos copos más para alcanzar la "nevadona" de octubre.

- ¿Había ganas de temporal?

-¿Qué temporal?

Para Cristina Suárez, única habitante junto a su familia del pueblo de Cuevas, en la parroquia de Pino, que ayer hubiese complicaciones para llegar a La Raya es la cara más normal del duro invierno. "El año pasado nevó en diciembre y en enero. Y miren éste...", lamenta. Su negocio a pie de carretera vive del esquí. Ayer algún aficionado hubo, pero la gran afluencia se espera -"crucemos los dedos"- para el fin de semana. "De momento en el pueblo somos los mismos que había. La gente entre semana y con una previsión de mal tiempo no se arriesga", señala Patricia Mejido. Entre los pocos que se arriesgaron, el gijonés Víctor Morán: "Tenía muchas, muchísimas ganas de nieve". Aunque su escapada no fue para esquiar, sino para "caminar por la montaña". "Todo el frío que venga ahora bienvenido será", apostilló, dando sorbos a una taza de caldo.

Entre los vecinos de Aller hay temor a quedarse de nuevo sin luz, como ya sucedió en octubre. Aseguran que es el pan de cada día cada vez que nieva y lamentan que no haya previsión. "Aquí nada más que caiga un poco más de nieve, nos quedamos sin cobertura y sin luz", se quejan los empresarios. Y a eso, dicen, hay que sumar los cortes de carretera. "La pala a las ocho de la tarde se va para casa... Con la cantidad de gente que hay en el paro, no entendemos por qué no trabajan más y durante toda la noche", apostillan.

(Sigue en directo aquí el minuto a minuto del temporal en Asturias)