Un violento conflicto bélico estalló en el norte de Mali en enero de 2012. "Antes ya era muy difícil estudiar, la escuela estaba muy lejos y sólo podíamos ir a la escuela coránica. Pero con la guerra, empezaron a coger a los niños para que participaran en la guerra", relata Abusaidu Issifu. En aquel tiempo, este joven africano tenía 13 años y una idea clara: él no quería ser soldado. Así que empezó una odisea de cuatro años que le llevaría primero a Ghana y Costa de Marfil y posteriormente a España, a donde llegó hace dos años, viajando de polizón en un barco.

Abusaidu Issifu recibió ayer uno de los cuatro premios al esfuerzo personal (ocho con los accésit) concedidos por el Principado de Asturias a alumnos de la ESO que se hayan destacado por su espíritu para vencer adversidades particulares para completar sus estudios. Issifu fue además seleccionado para relatar su historia a los asistentes al acto, a los que emocionó al contar su huida desesperada de Mali, sus esfuerzos por completar sus estudios tras emigrar a España, y su incomprensión al ver a muchos jóvenes que, pudiendo acceder a una formación impensable en África, renuncian a ella.

"No entiendo cómo hay personas que tienen la oportunidad de estudiar y no la aprovechan. En mi país, muchos queremos tener esta oportunidad", lamentó ayer Issifu, en el Conservatorio de Oviedo. Él lo tenía claro ya con trece años, cuando le pidió a su madre que le dejara partir al extranjero para escapar de la guerra. Se fue rumbo a Ghana, dejando tras de sí, además, a dos hermanos pequeños. Posteriormente, seguiría hacia Costa de Marfil, aunque en ninguno de los dos países encontró lo que buscaba y, a finales de 2016, se embarcó de polizón en un barco cuyo destino era el norte de España: en concreto, Galicia.

"Estuve tres días en una ciudad de Galicia, y después seguí para Asturias. Llegué aquí el 31 de diciembre de 2016, y la Policía Nacional me llevó a un centro de menores, Loriana", relató Issifu. En esos meses comenzó a estudiar con la asociación cultural Norte Joven de Mieres.

En mayo de 2017, Issifu se trasladó a Gijón, y cerró el curso en el colegio Jovellanos. Tras el verano, se matriculó en el IES Calderón de la Barca, e inició los estudios de cuarto de la ESO. "Aprovechaba el tiempo todo lo que podía. Estudiaba de noche, en parques como Los Pericones", explica Issifu. Así, con esfuerzo y tesón, logró aprobar el curso.

Ahora, Issifu pretende continuar sus estudios haciendo un grado de formación profesional por la rama de Sanidad: "Quiero ser Auxiliar de Enfermería, pero antes tengo que arreglar mis papeles", explica el joven malí. No duda ni un segundo en que volverá a tomar los libros a la mínima oportunidad: "De verdad que no entiendo cómo hay gente aquí que, teniéndolo todo, no aprovecha el tiempo para estudiar. Ahora es el momento: igual en el futuro no hay oportunidad".