El temporal que estos días está azotando al Principado no sólo congela montañas sino que también aviva la mar. La mayor ola registrada ayer en la costa asturiana fue de casi seis metros en la boya de Gijón, según datos de Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento. Olas de menor tamaño se registraron en la boya del Cabo Peñas, de 4,57 metros. Hoy los fenómenos costeros irán a más, como prevé la Agencia Estatal de Meteorología, que ha elevado para el Principado el nivel de alerta de amarillo a naranja, lo cual implica "peligro para actividades usuales". El fuerte oleaje dejó ayer una imagen poco habitual en Ribadesella: la de los barcos de los pescadores que suelen atracar junto a la rula de la villa refugiados en el puerto pesquero. Una medida con la que los propietarios de las embarcaciones buscaban ponerlas a salvo, informa C. MURUZÁBAL.