La piloñesa Amalia Díaz es, a sus noventa años, toda una experta en evacuaciones. La nonagenaria ya tuvo que ser sacada en lancha del hospital de Arriondas durante las riadas que asolaron el concejo en junio de 2010 y ayer repitió la operación, esta vez en silla de ruedas y sólo por precaución. La primera vez, esta vecina de Coya tenía concertada una operación que tuvo que cancelarse porque el agua inundó la planta baja del hospital. Ante esta tesitura los médicos la mandaron para casa pero antes se dio una vuelta en la embarcación de emergencias de la Guardia Civil ya que la entrada quedó totalmente intransitable a la altura del área de Urgencias. La historia se repitió ayer. La mujer llevaba una semana aquejada por una neumonía de la que evolucionaba favorablemente. Las previsiones iniciales eran las de permanecer en el hospital de hasta el viernes pero la prealerta por inundaciones aceleró la salida. Su hijo, Arturo Valiente, recibió una llamada ayer poco antes de las diez de la mañana en la que le advertían de que, por precaución, le iban a adelantar el alta. Una hora más tarde estaba a las puertas del hospital, en compañía de su mujer Belén Redondo, para recoger a la progenitora. "No parecía que esta vez la riada fuera para tanto, no creímos que nos fueran a evacuar. La otra vez sí fue bien gorda", dijo la familia.