"Tuvimos que recoger todos los muebles y los electrodomésticos y ponerlos en alto". Nacho Fernández trabajó toda la mañana para que el agua no entrara en su casa de Trevías (Valdés). El río Esva se desbordó en varios tramos y una de las peores partes se la llevó el barrio El Regueiro de la capital de parroquia rural. "Es angustioso", relató Fernández.

En el vecino pueblo Brieves sus habitantes también tuvieron que lamentar caminos cortados y accesos "imposibles" a viviendas. Valdés vivió en general una jornada de complicaciones. El Centro de Apoyo a la Integración de Canero cerró sus puertas y en la captación de agua de Paladeperre hubo problemas por la acumulación de material, lo que obligó a activar un bombeo alternativo para garantizar el suministro de agua de grifo a las viviendas de la capital y su entorno.

En Luarca, la crecida del río Negro también dejó árboles en los puentes y el campo de fútbol La Veigona anegado. El Ayuntamiento cortó "por precaución" el paseo de la playa y la Llera. En Navia también permaneció cerrado el paseo marítimo y en la AS-12 se registró un argayo en Peirones (Boal) que cortó el tráfico horas En Cudillero, se produjeron varios desprendimientos. El más impactante, en Prámaro.

La AS-33, la carretera interior que une Villanueva y Santa Eulalia de Oscos, estuvo cortada durante varias horas por un argayo. Además, en la capital de Villanueva se inundó la planta baja de la residencia, informa.

La crecida del río Navelgas hizo que el caudal alcanzase el Puente Viejo del centro de la localidad tinetense, llegando a cotas que no se conocían.

Finalmente, un argayo cortó en el kilómetro 20 un carril de la carretera AS-29, el puerto del Pozo de las Mujeres Muertas.