A Jessica Riestra ni la alerta por inundaciones que obligó a desalojar el hospital de Arriondas le quitó la alegría por haber dado a luz a su segunda hija, Vega. La niña nació el miércoles sobre las nueve de la mañana y apenas veinticuatro horas más tarde ya estaba viajando en capazo rumbo a su nuevo hogar en el núcleo de Nieda (Cangas de Onís). Lo normal es que las parturientas y sus retoños permanezcan ingresados al menos cuarenta y ocho horas pero la situación de emergencia hizo que madre e hija, que se encontraban en perfecto estado, fueran de las primeras en recibir el alta. Los profesionales médicos les comunicaron la noticia ayer sobre las nueve de la mañana. El encargado de ir a recogerlas fue el padre de Vega, Pedro Alonso, que tampoco podía contener la emoción por el nacimiento. "En vez de traer un pan debajo del brazo trae una evacuación", bromeaban algunos usuarios de las instalaciones parraguesas. Otros apostaban por bautizar a la niña con el nombre de "Sella" en referencia al río cuya crecida provocó el forzoso desalojo del hospital de Arriondas. La evacuación del hospital de Arriondas se hizo de forma escalonada y en función del estado de gravedad que presentaban los pacientes, muchos de los cuales fueron trasladados en ambulancia a hospitales cercanos a lo largo del día de ayer.