El abuso de psicofármacos por parte de las mujeres, el consumo de alcohol y tabaco del conjunto de la población, la alta prevalencia de los infartos y la salud sexual son algunas de las prioridades inmediatas que ha establecido el Plan de Salud de Asturias 2019-2023, presentado esta mañana en Oviedo por los responsables de la Consejería de Sanidad.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha dado a conocer el programa "Poblaciones sanas, personas sanas", al que definió como "un ambicioso proyecto concebido para orientar las políticas públicas hacia la mejora del bienestar de las personas, acompañarlas en todas las etapas de la vida y reordenar los servicios sanitarios en función de sus necesidades".

El nuevo plan, en cuya presentación han participado también el director general de Salud Pública, Antonio Molejón; el jefe del Servicio de Evaluación de la Salud y Programas, Rafael Cofiño, y Marta Villamil, enfermera del centro de salud de Cudillero e integrante del equipo responsable del proyecto, "supera y sustituye al vigente", según sus autores. El texto es el fruto de un largo proceso en el que ha participado más de un millar de personas.

El trabajo se ha planteado "como un proceso de planificación y acción para la próxima década, revisable en función de los cambios sociales, con monitorización continua y actualizaciones bienales".

Del Busto ha subrayado que esta nueva herramienta parte de un riguroso análisis de salud de la población y pretende actuar "sobre las causas de las causas", con el fin de lograr "que la ciudadanía viva más años y en las mejores condiciones posibles".

Una de las mayores fortalezas del proyecto es que trata de orientar toda la acción política y comunitaria hacia la salud, en todos los ámbitos territoriales, y con medidas concretas.

"Se trata de una estrategia rigurosa que pone el énfasis en la promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad, con criterios de equidad territorial, social, económica y de género, y que reorienta la asistencia sanitaria hacia este nuevo paradigma, para conseguir que la población gane en calidad de vida y se reduzcan las desigualdades", ha explicado el consejero.

Inicio de trámite parlamentario

El titular de Sanidad ha señalado que tanto este plan como la Ley de Salud, que ya ha iniciado su tramitación parlamentaria, parten del planteamiento de que la salud es un concepto mucho más amplio que la ausencia de enfermedad, relacionado con el bienestar personal y con el desarrollo integral de las personas, y determinado por un amplio conjunto de factores sobre los que es preciso incidir.

"Ambos documentos surgen de una misma visión holística de la salud y constituyen un ejemplo del compromiso del Gobierno de Asturias con el desarrollo integral de las personas y de las poblaciones", ha subrayado.

El documento se ha elaborado en torno a tres áreas de actuación: A) Trabajar con una perspectiva de equidad y salud en todas las políticas, potenciando sistemas de participación comunitaria. B) Mejorar los entornos y las condiciones en las diferentes etapas de la vida, con el propósito de aumentar el bienestar y lograr personas y comunidades más resilientes. C) Garantizar un adecuado sistema sociosanitario público para ofrecer una atención adecuada a los usuarios.

El plan incluye 30 metas prioritarias para mejorar la salud de la población y rebajar las desigualdades, así como 12 objetivos generales y 92 acciones concretas. Además, propone el abordaje de paradigmas como el suicidio, el malestar en las mujeres y el consumo de psicofármacos, la cardiopatía isquémica, los cuidados paliativos y la atención a las personas en el final de la vida, la violencia de género, las enfermedades crónicas, el alcoholismo, el tabaquismo, la salud sexual, la desmedicalización o la adecuada utilización de los servicios sanitarios.