Tras haberse jubilado de la minería, Miguel González, de 70 años, se dedicaba actualmente a cuidar de las vacas que tenía en una finca en La Colladiella, la carretera que une los concejos de San Martín del Rey Aurelio y Mieres. Fue allí donde perdió ayer la vida tras hundirse el firme por el que circulaba con su vehículo y caer por un desnivel de cincuenta metros. "Iba a ocuparse de las vacas", aseguraba ayer un vecino de Urbiés, visiblemente afectado por la pérdida.

El fallecido era natural de la población de El Pedreru, en el alto de Urbiés. Estaba divorciado y tenía dos hijas. Su fallecimiento cayó como un jarro de agua fría entre los vecinos de esta localidad mierense, donde aseguraban ayer que "lo conocíamos todos, era muy querido en el pueblo, sobre todo por su carácter afable y bonachón". El velatorio está instalado desde ayer en el tanatorio de Mieres, adonde acudieron ayer numerosas personas para darle el último adiós. Mañana, a partir de las dos de la tarde, se celebrará un responso. Acto seguido, será incinerado. El funeral tendrá lugar el próximo 2 de febrero a la una de la tarde en la iglesia parroquial de Urbiés.