El Hospital del Oriente de Asturias (HOA) volverá a abrir hoy sus puertas al público con normalidad. Las instalaciones permanecían cerradas desde el miércoles por el temor a una posible inundación fruto de la crecida del río Piloña a su paso por Arriondas. Pese a que el agua no llegó a entrar a las instalaciones, ese mismo día los 38 pacientes ingresados en el HOA fueron trasladados en ambulancia, por orden de gravedad, a otros hospitales de Oviedo, Gijón y Avilés. A otros 31 que no presentaban dolencias graves se les dio el alta. Se trataba de evitar situaciones como la registrada en junio de 2010, cuando los usuarios tuvieron que ser evacuados en lanchas por la fuerte crecida del cauce, que anegó la planta baja del edificio, donde se ubican servicios como hemodiálisis, admisiones o farmacia.

Pese a que en estos dos últimos días no se pasaron consultas, ni se hicieron pruebas diagnósticas u operaciones quirúrgicas, el área de Urgencias de Arriondas sí estuvo operativo. De hecho, los enfermos que ayer hicieron uso de este servicio ya pudieron quedar ingresados en planta si su diagnóstico lo requería. La previsión es de que los pacientes que fueron derivados el miércoles se reincorporen en el Hospital del Oriente de forma paulatina. La atención asistencial se retomará hoy mismo, una vez que los equipos de emergencias han constatado que los niveles del cauce han ido disminuyendo progresivamente.

El director del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) sopesa la posibilidad de habilitar turnos de trabajo de mañana y tardes con el fin de agilizar las listas de espera y poner al día todas las revisiones suspendidas.

Desde la riada de 2010 el HOA cuenta con un protocolo de autoprotección aunque hasta ahora no había sido necesario ponerlo en marcha. Dicho protocolo se activó pasadas las dos de la madrugada del miércoles ante las persistentes precipitaciones. Entonces se procedió al traslado de maquinaria, aparataje y material sanitario instalado en la planta -1 del Hospital de Arriondas. En ese piso se encuentran los despachos de la gerencia del área sanitaria VI -que abarca todos los concejos del oriente- farmacia o hemodiálisis, entre otras cosas. El protocolo de autoproteción incluyó un corte de tráfico en la rotonda de acceso al hospital, que también comunica con el barrio de Castañera. La restricción afectó negativamente a las cafeterías de la zona ya que sus proveedores no pudieron entrar a descargar sus mercancías. "Los periódicos y el pan nos lo trajeron estos días a llombu", explicó ayer el hostelero José Ramín Blanco, aliviado porque la situación vuelve a la normalidad. "Tuvimos pocos clientes pero la seguridad es lo primero", dijo.