También la deprimida demografía de la región más envejecida y con la crisis de natalidad más profunda de España tiene sus peculiaridades geográficas. No hay brotes verdes ni concejos-oasis que se resistan a la caída, pero tampoco es toda Asturias igual. La estadística da alguna tregua, mínima, cuando la lupa se aproxima a la escala municipal y dentro del desastre generalizado se descubre que la natalidad es menos mala al Oriente, o que se pierde irremisiblemente el occidente interior y que la penuria se ceba con el débil, que son cada vez más pequeñas las poblaciones de los concejos más menguados de la Asturias rural.

Según la actualización más reciente de las cifras de movimiento natural de la población por concejos, renovada con datos de 2017 y recién divulgada por Sadei, en el último recuento sólo hay un concejo con más nacimientos que muertes: Caravia. Circunstancialmente, el pequeño municipio del litoral oriental registró en 2017 cuatro alumbramientos y dos defunciones para un exiguo crecimiento de dos habitantes por razones vegetativas.

Todos los demás saldos municipales son negativos, pero hablando en términos relativos a la población los menos malos están, después del de Caravia, en Llanera -que "sólo" perdió 34 vecinos- y en Corvera, Oviedo y Noreña. Cuatro de los siete concejos que en el otro lado de la balanza presentan un peor comportamiento vegetativo en relación a su tamaño están en el occidente interior: los siete últimos lugares son para San Tirso de Abres, Santa Eulalia de Oscos, Proaza, Grandas de Salime, Pesoz y Yernes y Tameza. En este último municipio, el menos poblado de la región, no nace un niño desde 2009. En el último año recontado hay 35 concejos con menos de diez alumbramientos y no se ha registrado ninguno en Grandas, Pesoz ni Yernes y Tameza.

La concentración de la penuria en la cara interna del Occidente es evidente. Al Oriente, sin embargo, se perciben sensaciones menos negativas si se considera que los tres municipios con mayor tasa de natalidad de Asturias fueron por detrás de Caravia Onís y Parres, o que tampoco están mal situados Cangas de Onís -sexto- y Ribadedeva -séptimo-, ambos por detrás de Muros de Nalón y San Martín de Oscos. El vistazo al lado opuesto de la clasificación de la natalidad vuelve a obligar a mirar a los municipios menos poblados y al Occidente, que acapara cuatro de los seis más perjudicados por este indicador: además de Grandas, Pesoz y Yernes y Tameza, están en la cola Proaza, Santa Eulalia de Oscos y San Tirso. La lista es geográficamente parecida si se tratan de buscar los peores datos de la mortalidad: San Martín y Villanueva de Oscos, Grandas, Cabranes y Belmonte presentan las tasas más elevadas, con un número anual de defunciones superior al 2,5 por ciento de su población.