"Hicimos lo que sabemos lo mejor que pudimos". Así resumía Sergio Tuñón, el ingeniero jefe de que ha dirigido al equipo de la Brigada de Salvamento Minero que ha participado en el rescate de Julen, el trabajo que realizaron para poder alcanzar el cuerpo del pequeño que se cayó en pozo de Totalán, Málaga.

Tras horas cavando el túnel en el que encontraron varias dificultades que retrasaron su trabajo, el equipo encontró el cuerpo del pequeño en la madrugada del sábado 25 de enero, después de estar 10 días desplazados en la zona.

El equipo, que llegó ayer por la noche a Asturias, y esta mañana ha ofrecido una rueda de prensa en la que explicaron cómo desarrollaron toda su labor durante el rescate y cómo vivieron un suceso que ha mantenido al país en vilo durante dos semanas.

"Nos encontramos desbordados. No esperábamos tanta repercusión", ha reconocido Sergio Tuñón, jefe de la brigada que coordinó los trabajos en Totalán, que explicó que "estamos acostumbrados a una intervención rápida: hacemos lo que sabemos y podamos y nos vamos". Allí, sin embargo, tuvieron que esperar entre una gran expectación mediática para actuar, debido a las dificultades en la perforación del túnel por el que tenían que descender. "El escenario que nos encontramos fue muy complejo", contó, antes de recalcar que "nuestra manera de trabajar es así, en el anonimato, pensábamos que íbamos a entrar, acabar y nos iríamos".

En cualquier caso, Tuñón aprovechó la ocasión para romper una lanza a favor de la Brigada de Hunosa pese al ocaso que vive la minería en Asturias. "La timidez no tiene que estar reñida con la satisfacción de que se haya puesto un foco en nuestra brigada después de 107 años. Tardamos mucho pero ahora se nos conoce", señaló, antes de mostrar esperanza para que se "dé continuidad unos cuantos años, como poco, a la brigada". "El nombre tiende a circunscribirnos a un sector, del que nos sentimos orgullosos. Pero la brigada tiene multitud de caras, es poliédrica. La brigada tiene muchos argumentos para poder continuar", aseguró.

Habló de las dificultades de la cuarcita que se encontraron en el terreno y que obligó al uso de explosivos. Explicó que se la encontraron "a media altura". "Estamos muy satisfechos y fruto de la colaboración de todos se hizo un cale lo más quirúrgico posible", señaló.

Para Tuñón y su brigada la experiencia en Totalán (Málaga) "ha sido muy distinta" respecto a otros rescates y el hecho de que fuese un niño "nos añadió carga emocional; porque todos -menos Lázaro Alves- somos padres". "Es innegable que una voladura genera vibraciones, pero se intentó que la carga fuese la mínima. De hecho, lo que se hacía era resquebrajar para que nuestro martillo pudiese picar la roca, que si no era imposible. Nuestros cursos de tedax nos ayudaron en estas labores", explicó el jefe de la Brigada de Salvamento Minero. "No se buscaba que el explosivo trabajase por nosotros, sino que nos lo facilitara. Y que las afecciones fuesen las mínimas posibles", agregó. "Creo que se planificaron por parte de Tedax y del personal de montaña (de la Guardia Civil) de manera exacta", destacó asimismo.

"Creo que Santa Bárbara nos echó un cable", reconoció en un guiño a la patrona de los mineros en relación al transcurso de su trabajo en la ejecución de la galería que llegó hasta Julen, labor en la que se encontraron con muchos obstáculos.

"En el momento en el que finalizamos el trabajo, eso fue indescriptible. Eso a ninguno de nosotros se nos va a borrar, porque fueron muestras de agradecimiento por todos lados. El desenlace nos deja un sabor amargo, no te sientes cien por cien útil", contó Tuñón.

El jefe de la Brigada de Salvamento Minero reconoció que "no nos gustó que nos etiquetasen (como héroes) antes de empezar. Hicimos simplemente nuestro trabajo". Pero, argumentó, no eran un cuerpo muy conocido hasta ahora y, por eso, "éramos un poco la parte exótica".

"Una vez que empezamos a trabajar, la presión bajó. Ya era un ambiente que dominábamos. Antes tuvimos momentos muy complicados. Una cresta de ola tan grande y estar a la espera, nos representaba mucha presión", aseguró Tuñón, que quiere "huir del terreno de la épica" y referirse estrictamente al ámbito "profesional".

"Esperamos haber trabajado lo mejor que podemos"

"Estamos satisfechos con el trabajo que hemos realizado, aunque ha quedado empañado por el motivo que todos sabemos. Es una pena", afirmó Sergio Tuñón durante la conversación con mantuvo con LA NUEVA ESPAÑA vía telefónica.

Las primeras palabras fueron para los padres del pequeño Julen. "No tuvimos la oportunidad de trasladar el pésame a la familia ayer, porque dadas las horas y cómo acabó todo no pudimos", señaló Tuñón. También agradeció a los medios de comunicación el "respeto" que han mostrado estos días hacia ellos y al trabajo que se estaba realizando, "porque sabíais dónde estabais y no nos agobiasteis mucho".

Pero acto seguido añadió que el agradecimiento, suyo y del equipo que comanda, era "principalmente a los compañeros que participaron en el rescate, que ayudaron en todo lo que pudieron, y de manera excepcional, a toda la población y a la gente de aquí, que todos estos días nos trataron muy bien".

"Nos sentimos absolutamente desbordados. Estábamos desbordados porque sin hacer nada, simplemente estábamos allí, la gente nos lo agradecía. Eso nos generó un estrés añadido porque sabíamos que no estábamos haciendo nada (hasta que les tocó entrar en el pozo)", explicó Tuñón, que agradeció "la acogida" de la gente de El Rincón de la Victoria, donde fueron alojados, incluso en el momento en el que sólo hacían "labor previa de planificación".

Campaña de apoyo para el "Princesa" de la Concordia

Suma y sigue. La campaña de apoyo en internet para que la Brigada de Salvamento Minero sea distinguida con el premio "Princesa de Asturias" a la Concordia lleva más de 204.000 firmas. La campaña fue iniciada a través de Change.org por Ana Menéndez, una hija, nieta y bisnieta de mineros asturianos y en la noche de ayer rondaba las 156.200 firmas