La circunstancia que explica el desbordamiento de varios ríos asturianos la semana pasada, con las consiguientes inundaciones que causaron daños cuantiosos en varios concejos, es "la coincidencia de altas precipitaciones que deshicieron la nieve y mareas vivas". Así lo aseguró ayer Delia Losa, la delegada del Gobierno en Asturias, a preguntas de los periodistas en el transcurso de una visita a Avilés.

Losa negó que la Confederación Hidrográfica del Norte, en su calidad de responsable de los cauces fluviales, tenga responsabilidad alguna en los desbordamientos e inundaciones ocurridas. Y es que en su opinión, "los ríos están limpios; otra cosa es que cada vez que pasa algo todo el mundo opine creyéndose ingeniero hidrográfico".

Asimismo, la delegada gubernamental inquirió sobre el concepto de "limpieza fluvial" en estos términos: "Hay discusión al respecto porque, ¿qué queremos, convertir las márgenes de los ríos en campos de golf o vemos bien que tengan bosques de ribera -que es precisamente lo que algunos entienden por falta de limpieza- en el entendido de que son éstos los que realmente para los caudales cuando los ríos bajan crecidos?".

La delegada del Gobierno también negó, en contra de "las teorías que circulan por ahí", que las presas y embalses tuvieran parte de culpa en las inundaciones al haber soltado agua en momentos inoportunos en vez de contenerla. "Eso es falso. Las presas no estaban muy llenas; al contrario, presentaban índices por debajo de los habituales en estas fechas porque las semanas anteriores a las últimas lluvias fueron especialmente secas. En absoluto fueron responsables de las crecidas", manifestó Losa.

En última instancia, la representante del Gobierno central en Asturias aseguró que el Ministerio de Fomento ha encargado a sus servicios técnicos la evaluación de los daños que causaron las crecidas de los ríos en las redes ferroviarias y de carreteras para proceder a su reparación.