La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los daños de la riada disparan el temor a que Iberdrola acelere el cierre de Lada

La térmica está en estado de "indisponibilidad" desde el jueves, cuando la crecida del Nalón se llevó la pasarela utilizada para trasladar el carbón

El río Nalón, la pasada semana, con las instalaciones de la térmica de Lada al fondo.

La central térmica de Lada seguirá hasta la próxima semana en situación de "indisponibilidad" como consecuencia de los daños ocasionados por el temporal y la crecida del Nalón en la instalación energética. La principal consecuencia fue el hundimiento de la pasarela por la que discurre la cinta transportadora de carbón que alimenta la central. UGT manifestó ayer que espera que la actividad se retome cuando antes y que la incidencia no se convierta en una "coartada" para adelantar en la práctica el cierre de la térmica, que Iberdrola viene tramitando desde finales de 2017.

Las intensas lluvias caídas en la región la pasada semana motivaron el jueves una importante aumento del caudal del Nalón y la destrucción de la pasarela interna de la planta que atraviesa el río y por la que, además del personal, también pasa una cinta transportadora de carbón hacia el grupo Lada IV, el único que sigue activo. Desde ese día, se declaró la central en estado de "indisponible" por un plazo de diez días, para dar tiempo a buscar soluciones al transporte del carbón hasta la caldera, según indicaron ayer desde UGT del Nalón.

"Es una situación compleja porque el parque de carbones está en la zona opuesta", indicaron dirigentes comarcales del sindicato, para añadir a continuación: "Se han dado un plazo de diez días para evaluar qué soluciones se ponen en marcha, ya sea a través de una pasarela provisional o llevando los camiones directamente hasta el grupo IV, aunque esto también requeriría habilitar la zona de acceso".

La sección sindical del SOMA-FITAG-UGT en el grupo Iberdrola en Asturias ya expresó poco después del cierre obligado de la central por el temporal que "debido a los incidentes ocasionados por la avenida del río Nalón, desde esta sección sindical queremos trasladar el apoyo y ofrecer nuestra colaboración a Iberdrola y al personal del centro de trabajo, de manera que la empresa pueda restablecer las condiciones para volver a estar disponible y continuar con la actividad normal en condiciones de seguridad y salud para los vecinos, el personal, el medio ambiente y la propia instalación". Y añadieron: "Aprovechamos la ocasión para valorar positivamente que todo el proceso de evacuación se haya desarrollado sin incidencias y, sobre todo, sin que haya que lamentar ningún daño personal".

En una línea similar se manifestaron desde la dirección comarcal de UGT. "Está claro que toda esta problemática es algo inesperado y sobrevenido, e Iberdrola tiene todo nuestro apoyo para retomar la actividad. Porque esperamos que no se utilice como coartada o pretexto para acelerar el cierre".

Iberdrola está pendiente de recibir el visto bueno del Gobierno central para proceder al cierre y posterior desmantelamiento de las instalaciones. La duración prevista de estos trabajos de desmontaje es de cuatro años. Los 75 empleados de la central langreana serán recolocados en otros centros de trabajo de la firma. A principios de noviembre de 2017, cuando Iberdrola presentó ayer ante el Ministerio de Energía los documentos para obtener los permisos para el cierre de la térmica, la estimación era que ese trámite administrativo se resolviera en un año. Sin embargo, por el momento no ha llegado la respuesta del Gobierno.

Acuerdo europeo

Las decisiones institucionales de los últimos meses parecen apoyar los planes de cierre de las térmicas, tanto a nivel nacional como europeo. El pasado mes de diciembre, las instituciones europeas acordaron retirar en 2025 los pagos por capacidad a las centrales que emiten más de 550 gramos de CO2 por kilovatio hora generado, todas las de la región. En los últimos años, Iberdrola había desembolsado 115 millones para reducir las emisiones. Junto a la petición de cierre de Lada, la compañía presentó otra relativa a la central de Velilla (Palencia). La firma tendrá que gastar 35 millones para desmantelar estas dos instalaciones. Un poco menos de la mitad corresponderá a Lada.

Compartir el artículo

stats