Asturias es la comunidad autónoma que más ha conseguido reducir su mortalidad cardiovascular. Hay mucho que mejorar, pero se está progresando. El Principado presenta una tasa estandarizada de mortalidad de 252,8 fallecimientos por cada 100.000 habitantes y baja de la cuarta a la sexta posición en el ranking de regiones con las tasas estandarizadas de mortalidad por esta causa más altas del país.

Un total de 122.466 personas murieron en España en 2017 debido a enfermedades del sistema circulatorio, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las causas de defunción en nuestro país. Esto supone un incremento del 2,2% respecto al número de muertes absolutas de 2016, año en el que fallecieron por esta causa un total de 119.778 españoles.

Aun así, el porcentaje de fallecimientos por enfermedades cardiovasculares sigue la senda descendente de los últimos años, suponiendo el 28,8% del total de fallecimientos, aunque se sitúa de nuevo como la primera causa de muerte en España por delante del cáncer (26,7%) y de las enfermedades del sistema respiratorio (10,3%).

"El descenso en el porcentaje de mortalidad cardiovascular, a pesar del incremento de muertes en cifras absolutas, se explica por el aumento del número de fallecimientos por todas las causas", indica el Dr. Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), quien resalta, no obstante, que "dentro del conjunto de enfermedades del sistema circulatorio, destaca el incremento de fallecimientos por insuficiencia cardiaca respecto a 2016".

En Asturias murieron en 2017 por enfermedad cardiovascular 252,8 personas por cada 100.000 habitantes frente a las 275,8 que murieron por esta causa en 2016. Esto supone 23 fallecimientos menos por cada 100.000 habitantes por esta causa respecto al año anterior, siendo así la comunidad autónoma que más consigue reducir su tasa estandarizada de mortalidad cardiovascular.

En 2016 ocupaba el cuarto lugar en el ranking de comunidades y ciudades autónomas con las tasas estandarizadas de mortalidad por enfermedad cardiovascular más altas, y en 2017 pasa a situarse en sexto lugar.

Buena noticia, pero...

"La bajada de la tasa de mortalidad cardiovascular en Asturias es una buena noticia, pero no debemos olvidar que sigue situándose por encima de la media nacional. Muchas razones pueden explicarlo; entre ellas, una media de edad más elevada y un estilo de vida poco saludable", reflexiona el Dr. Jesús María de la Hera Galarza, presidente de la Sociedad Asturiana de Cardiología.

El experto recuerda a la población que, "ante la sospecha de infarto o ictus, lo prioritario es la celeridad en el tratamiento y, para ello, se recomienda como primera medida llamar al 112".

Además, "resulta imprescindible adoptar un estilo de vida saludable que incluya abstención de tabaco, dieta mediterránea y ejercicio físico regular que contribuirá a una menor incidencia de obesidad, diabetes e hipertensión y, secundariamente, en menor enfermedad cardiovascular", enfatiza el Dr. De la Hera, para quien "la lucha por reducir la mortalidad cardiovascular ha de ser conjunta: de la organización sanitaria y del ciudadano responsable de disminuir su riesgo cardiovascular".

Factores de riesgo

El Dr. Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), recuerda asimismo la importancia de controlar los factores de riesgo cardiovascular (diabetes, hipertensión, sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, entre otros como el consumo de alcohol). "Tenemos mucho que mejorar en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. En este sentido hay que incidir en la importancia de seguir una dieta variada y equilibrada, teniendo en cuenta que la dieta mediterránea es la que ha demostrado más beneficios para la salud cardiovascular, y en la práctica de ejercicio físico de intensidad moderada de forma regular", concluye.