Las últimas lluvias han destapado las vergüenzas de Feve. La red asturiana de ancho métrico está ofreciendo una "imagen tercermundista", fruto de la "falta de inversión", de un "mantenimiento deficiente", de un "material rodante obsoleto" y de la "ausencia de voluntad política para modernizarla", señaló ayer Luis Blanco Junquera, secretario de Transportes de UGT Asturias, en una comparecencia junto al secretario general del sindicato socialista en la región, Javier Fernández Lanero.

Las múltiples deficiencias provocan que "en cuanto caen cuatro gotas, unos copos de nieve o hay una helada consistente se multiplican los cortes" y los ciudadanos se quedan sin trenes. "Cuando hace calor se calienten los motores y fallan, cuando hace frío la que falla es la catenaria, y cuando llueve falla la vía", se lamentó Blanco, que reclamó un mantenimiento adecuado e inversiones para modernizar las líneas.

El responsable de Transportes de UGT Asturias resaltó que el "abandono" que sufre Feve ha provocado una "caída monumental" del número de viajeros, de 5 a menos 2 millones en los últimos años. Blanco exigió la modernización de la red de ancho métrico, porque Feve "tiene futuro", entre otras razones, porque une las principales poblaciones del centro de Asturias y puede convertirse en la alternativa ideal al vehículo privado "en estos tiempos en que tanto se necesita respetar el medio ambiente".

El mejor ejemplo de la precariedad de las líneas de Feve se evidenció durante el pasado temporal de lluvias, cuando se registraron decenas de incidencias (también en la de ancho ibérico). De aquellos días quedan aún dos líneas de ancho métrico cerradas al tránsito ferroviario, en Arobes (Parres) y Cabañaquinta (Aller), en ambos casos por desguarnecido de vías: los ríos se "comieron" el terreno en el que se asentaban los trazados ferroviarios.

El argayo de Arobes (Parres) mantiene cortada la línea Santander Oviedo y obliga a realizar transbordos por carretera entre Llanes e Infiesto. Es el caso que más preocupa a Adif, porque impide el transporte de 800 toneladas diarias de bobinas de Arcelor desde Trasona, en Avilés, hasta Etxabarri (Vizcaya); de más de 400 toneladas al día entre Xove (Lugo) y Amorebieta (Vizcaya); y de unas 1.200 toneladas al mes de madera entre la misma localidad lucense y Lasarte (Guipúzcoa). No hay aún ni estimación del coste de la obra, ni del tiempo que durarán los trabajos, según admitieron fuentes de Feve.

Luis Blanco exigió "la máxima celeridad" para reparar el argayo de Arobes, "y la misma, porque no hay prioridades", para el de Cabañaquinta, que mantiene cerrada al tráfico de trenes la línea Caudal-Aller, entre Moreda y Collanzo (ayer abrió el tramo entre Figaredo y Moreda, cerrado también durante días). Blanco explicó que en esta línea existe un problema desde hace "mucho tiempo". Es la única de cercanías que quedó sin electrificar y cuenta con trenes de gasóleo, cuyo mantenimiento realiza una empresa externa y que "dan problemas todos los días, así que se opta a menudo por cortar el tráfico y realizar transbordos por carretera.

Hay un tercer corte, en la línea Gijón-Laviana, entre El Berrón (Siero) y Pola de Laviana, desde el 1 de diciembre, hasta el 1 de febrero. En este caso es por obras en el túnel de Carbayín, pero Luis Blanco que podría haberse evitado. "Adif no tenía suficientes encargados de trabajo (personal que da y prohibe el paso durante la ejecución de trabajos de mantenimiento), así que optó por una declaración de emergencia y cerrar la línea. Pero no era de emergencia, fue una argucia", subrayó el sindicalista.