Cuarta semana consecutiva de crecimiento de la epidemia. Asturias registró entre el 21 y el 27 de enero unos 3.200 casos de gripe, casi el doble que en la precedente. Hasta la fecha, la infección ha provocado en el Principado la hospitalización de unos 173 afectados, y la cifra de muertos se ha estabilizado en dos. La predicción de la Consejería de Sanidad del Principado se mantiene: el número de afectados seguirá aumentando significativamente en las próximas semanas, "hasta alcanzar su pico máximo a mediados de febrero, a partir del cual comenzará a descender".

Tal y como adelantó ayer este periódico, la onda epidémica, que había comenzado centrándose en niños, ha aumentado de forma significativa en todos los grupos de edad, pero con especial relevancia entre los menores de 15 años. Esto, unido al aumento de los aislamientos de virus gripales A, "indica que prosigue la fase de subida de la epidemia estacional", precisa un comunicado de Sanidad.

La incidencia alcanzó la semana pasada los 440,1 casos por 100.000 habitantes. La tasa estandarizada por edades es de 311,3 por 100.000. "Tanto los ingresos como los casos graves se concentran en pacientes que superan los 50 años y se deben, sobre todo, a virus gripales A", señala Sanidad. En su mayoría presentan algún factor de riesgo. El 48 por ciento de los ingresos y el 64 por ciento de los afectados graves no estaban vacunados.

Los datos nacionales constatan también la fase de ascenso de la onda estacional, pero con cierta tendencia a la estabilización. La tasa global de incidencia de gripe en el conjunto del país ha aumentado a 241,3 casos por 100.000 habitantes.

Por otra parte, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) ha reclamado que la vacuna de la gripe se incluya en el calendario común infantil a partir de los seis meses de edad. Las tasas de inmunización de la gripe en menores "no son buenas" en España, según indicó el presidente de la Sepeap, Fernando García-Sala.

El especialista argumentó que el virus de la gripe suelen contagiarlo los niños a los adultos, y que si éstos pertenecen a grupos de riesgo -mayores de 65 años o embarazadas, entre otros- deberían vacunarse.