El Narcea y el Nalón no dan tregua y ayer ambos ríos (el primero afluente del segundo) bajaban bravos desde Salas hasta la desembocadura en San Juan de la Arena y San Esteban de Pravia. Las vegas lucen llenas de basura y restos de madera arrastrados días atrás por las inundaciones y muchas fincas siguen anegadas.