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Sotres, un "paraíso" blanco y aislado bajo una cuarta de nieve

La carretera quedó cortada por la mañana y fue abierta por una quitanieves, aunque luego volvió a cerrarse el acceso a Tresviso

Dos esquiadores con sus perros llegan al pueblo Irma Collín

"El viernes no había una gota de nieve, y hoy amanecimos con todo cubierto", aseguraba ayer, a eso de las dos de la tarde, José Collado, un vecino de la localidad cabraliega de Sotres, que trataba de moverse por la nieve. "Habrán caído entre veinte y treinta centímetros. Es menos que lo que tuvimos en octubre, que fueron 60. El año pasado tuvimos metro y medio, y hace dos años, dos metros. Es necesario. Lo peor es para los ganaderos, que tienen que salir de casa a dar de comer a los animales", añadió.

La carretera de acceso al pueblo estuvo cortada durante la mañana y hubo que esperar la llegada de la quitanieves. Ayer, al caer la noche, volvió a quedar cerrado el acceso a Sotres, pero desde Tresviso. Los vecinos se quejan de que no se limpia lo suficiente con las quitanieves, y se preguntan si se echa suficiente sal cuando se avecina una nevada. Sotres está lleno de vecinos que suelen residir fuera del pueblo, pero aprovechan para acercarse el fin de semana, como la ovetense Acilsa Carbajales, que ya el año pasado se quedó atrapada por un alud mientras subía provisiones. "Esta vez me los he traído de Oviedo", asegura. "Sotres es un paraíso, y con una buena chimenea, estas nevadas se pasan sin problema", añadió.

La nieve no impide que haya que cumplir con las obligaciones, como sacar al perro a pasea. Es lo que hizo a primera hora de la tarde Valentina Sánchez López. "Esta noche hubo una nieve muy rara. Hizo de todo. Cayó nieve de trapo, granizo, ventisca... Y ahora cambia a viento del Sur y marchará todo", explicó.

Y de una vecina de toda la vida a un nuevo residente. El gijonés Aurelio Méndez estrenaba la recién adquirida Casa de Perfecto, y se esforzaba por despejar con una pala la entrada de su nueva vivienda. "Nos gusta mucho la montaña, aunque este es un clima duro. Nos apetecía tener una casa aquí", indicaba.

Por Sotres se dejaron ver ayer tres jóvenes de Cangas de Onís, que acudieron a ver "cómo estaba todo". Su conclusión fue clara: "'Helena' no se ha portado mal".

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