La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Para temporal, el de Chicago: "Olvidarte un guante es mortal"

El gijonés Jesús María Fernández relata cómo se vive en EE UU el vórtice polar que deja sensación de frío de 43 grados bajo cero

Así vive un asturiano residente en Chigado la ola de frío que ha congelado la ciudad

Así vive un asturiano residente en Chigado la ola de frío que ha congelado la ciudad

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Así vive un asturiano residente en Chigado la ola de frío que ha congelado la ciudad Mónica G. Salas

-¿Hace mucho frío, hijo?

-Mete la mano en el congelador de casa. ¿Cuánto aguantas? ¿Un minuto? Pues aquí, en la calle, hace el doble de frío. Olvidarte los guantes es mortal.

Jesús María Fernández, gijonés 40 años, explica así a su madre las consecuencias del vórtice polar -una intensa ola de frío- que está congelando a Estados Unidos. Ayer la sensación térmica en Chicago, donde reside el asturiano, era de 43 grados bajo cero. "La sensación de ardor es muy desagradable", admite este profesor de colegio, que combate las extremas temperaturas con "muchas capas de ropa y mucha crema hidratante y bálsamo labial". Ya hay al menos doce víctimas mortales. El ciclón polar, según advierten las autoridades locales, puede congelar a una persona "en cuestión de minutos".

"Quedarse en casa encerrado se hace muy pesado; el país no se paraliza. Las tiendas de veinticuatro horas siguen abiertas y hasta ayer (por el martes) fuimos a trabajar. Esto pasa en España y muere todo", cuenta el gijonés, que reside desde hace "ocho años y medio" en Aurora, un suburbio de Chicago, junto a su mujer, la madrileña Laura Manzanos. La pareja ha vivido muchos temporales -"aquí lo de vórtice polar se escucha tanto como lo de ciclogénesis en Asturias"-, pero ninguno tan duro como el actual. "Lo peor es el viento que sopla, porque la temperatura real será de menos 30 grados. Me recuerda un poco a esos callejones que hay en Gijón desde San Bernardo al Muro. Pero lógicamente mucho más intenso", señala.

En casa estos días tienen que abrir cada poco el grifo de agua caliente para evitar que las tuberías se congelen. Ya sucedió en alguna localidad: "Si se rompe la tubería, sale todo el agua a la calle e inmediatamente se congela. Imagínese la calle Uría convertida en una pista de hielo. Pues eso pasó aquí". Fernández asegura que, por suerte, Chicago está acostumbrado a los temporales y la limpieza de las calles es rápida. Sin ir más lejos, en su urbanización trabajan tres quitanieves sin parar. Lo peor, relata, es arrancar el coche. "Tienes que estar rascando el cristal varios minutos para quitar la capa de hielo. Ese tiempo a 40 grados bajo cero es terrible. Según dicen en las noticias, la mayor parte de los ataques al corazón se producen limpiando la nieve", indica.

Pese a las extremas temperaturas y la "nevadona", "los coches no llevan cadenas y la gente sale con abrigos que en Gijón darían vergüenza". Jesús María Fernández es abogado y opositó para juez, pero lo dejó todo para irse con su mujer a Chicago. Ahora es profesor de Infantil en un centro escolar donde los inmigrantes son mayoría y está intentando convalidar sus estudios.

Compartir el artículo

stats