Vales de 180 euros anuales para 750 asturianos de primera, segunda o tercera generación que carecen de recursos básicos en Venezuela y atención sanitaria para pacientes con patologías graves. Es el objetivo de la ayuda de emergencia, por un importe de 200.000, que dará el Principado para dos proyectos humanitarios que desarrollará a través de la Fundación España Salud .

"Con esta iniciativa tratamos de paliar la grave situación que sufren las 5.803 personas que forman parte de la colectividad asturiana de Venezuela y que afectan en mayor medida a las familias con menores de edad y a los cerca de 2.000 mayores de 65 años", explicó el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.

Las ayudas para alimentos tendrán 135.000 euros que se distribuirán en tarjetas monederos o prepago para la compra de alimentos de primera necesidad en supermercados y establecimientos comerciales. Podrán optar a esta ayuda emigrantes asturianos que no reciban apoyos similares del Gobierno de España o quienes carezcan de recursos para garantizar. "Las ayudas son individuales, de tal forma que en algunos familias varios miembros pueden recibir esa ayuda si reúnen los requisitos", detalló Martínez. La directora general de Emigración, Begoña Serrano, comentó que esa modalidad de la ayuda, mediante tarjetas monedero, "permite el canje directamente en domicilios y evita tener que pagar comisiones. El consejero de Presidencia precisó que las comisiones que se cobran "son alarmantes" y han llegado a consumir hasta el 40 por ciento de anteriores ayudas económicas, de ahí que ahora se opte por esta nueva modalidad.

Asturias ha destinado desde el año 2012 1,1 millones de euros en ayudas para los emigrantes asturianos y sus descendientes, tanto en atención sanitaria como en ayudas individuales a personas sin recursos y en apoyo económico a los retornados a la región. La crisis institucional y política en Venezuela ha provocado un regreso progresivo de asturianos de primera, segunda o tercera generación: en el año 2013 retornaron 103 pero esa cifra se multiplicó por más de 6 en 2017, ejercicio en el que volvieron a la región 689 personas, más de un diez por ciento de la comunidad asturiana que ahora queda en Venezuela.