Acostumbrada a empeorar sus peores registros, la entristecida estadística demográfica asturiana descubrió el año pasado un suelo nuevo, más profundo, para su cifra de nacimientos. Bajó de 6.000 alumbramientos por primera vez en su historia. El recuento de 2018 se detuvo en 5.785, a una media de menos de dieciséis al día que reduce en 227 el balance del año anterior y en mucho más el de los ejercicios precedentes. La diferencia alcanza los 2.436 cuando el punto de la comparación se retrotrae a diez años atrás, al año 2008 que marca con más de 8.200 nacimientos el punto más alto de la trayectoria reciente de la población asturiana.

El cómputo anual de alumbramientos y muertes, actualizado ayer por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), combina este récord negativo de nacimientos con la segunda cifra más alta de fallecidos desde que hay memoria estadística, 13.297 que dan como resultado el decrecimiento de población por razones vegetativas o estrictamente demográficas -la diferencia entre nacidos y muertos- más voluminoso de la historia. Asturias perdió por este motivo 7.512 habitantes en 2018, la sangría anual más alta de la que hay constancia en una evolución en la que esta magnitud solamente ha pasado tres veces de los 7.000 residentes.

El resultado es una contracción permanente del censo a la que Asturias vive habituada desde mediados de los años ochenta, la fecha en la que las defunciones empezaron a superar a los nacimientos y Asturias empezó a marcar las estadísticas de natalidad y mortalidad más negativas del país, en un liderazgo que apenas ha abandonado hasta el presente.

"Nosotros hace tiempo que pasamos de las palabras a los hechos", dijo ayer el análisis de la cuestión a cargo del consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno del Principado. Guillermo Martínez quiso volver a recordar que el Ejecutivo autonómico ha hecho sus deberes, que "desde hace algo más de dos años hay un excelente documento en la Junta que se llama 'Plan demográfico de Asturias 2017-2027, al que sabemos que los grupos parlamentarios están haciendo propuestas" y que sigue pendiente de ser debatido en el parlamento. "Somos una de las tres autonomías que tienen un proyecto para afrontar el que seguramente es nuestro principal desafío", destacó el Consejero, citando además a las otras dos más afectadas, Galicia y Castilla y León, y subrayando que Asturias insistió en la cuestión también en la reciente cumbre de presidentes del noroeste ibérico.

En la reunión de Santiago, destaca Martínez, fue el Principado el que destacó la necesidad de urgir la estrategia nacional que el Gobierno llegó a prometer para finales de 2017. La comisionada para el reto demográfico, Isaura Leal, ha convocado a los representantes de las comunidades autónomas para este viernes.