Aladino Fernández, profesor de Geografía de la Univesidad de Oviedo y exalcalde socialista de Langreo, aboga por "no institucionalizar" el área metropolitana creando el "ente político administrativo" que plantea el Principado y que han aceptado cinco de los seis concejos más poblados de la región. Sería, a su juicio "otro 'parlamentín', una plataforma de conflictos entre ayuntamientos". En un momento de máxima tirantez en torno al proyecto del Gobierno regional para la ordenación del centro de Asturias, recién rechazado en el Ayuntamiento de Oviedo, Fernández aboga por aceptar la realidad de las tensiones localistas entre municipios -que ya han hecho saltar por los aires otros intentos de integración metropolitana- y en lugar de dilatar la prolija estructura administrativa de la región con un organismo propio para el área optaría por perfeccionar el modelo de consorcios.

Los de basura, agua o transportes funcionan, argumenta. Lo que ha fracasado es la ordenación del territorio, que pasa por ser "una de las claves del área central", y que cae, advierte, dentro de "las competencias del Gobierno regional".

El localismo y sus tensiones son "la realidad", añade el experto. "No hay por qué disfrazarla, fantasear y decir que tenemos una sola ciudad, cuando es mentira. Tenemos unas cuantas y están separadas, físicamente y desde un punto de vista funcional son realidades diferentes". Recuerda los problemas que han dado las únicas metrópolis institucionalizadas, Vigo y Barcelona, y advierte contra el argumento del mercado grande captador de ayudas y recursos. Duda que en Europa "lo primero que pregunten es cuántos somos. Eso es dinámica de mercado y va en contra del equilibrio, que es lo que busca la UE", apunta destacando el riesgo de que la política de aglomeración refuerce al centro urbano en detrimento de "las zonas rurales, las alas y las comarcas mineras".