Una mujer marroquí de 42 años que responde a las iniciales H. Z. resultó herida grave tras ser apuñalada en el cuello, ayer en Lugones. La agresión sucedió pasadas las once de la mañana en el pub "Amor" que la víctima regenta en la calle Monte Naranco. Según hosteleros y vecinos, el agresor, un hombre menudo, que responde a las iniciales M. R. A,, de 45 años mantenía algún tipo de relación sentimental con ella, e incluso se les había visto alternando por bares de la zona en los últimos días.

Fue un repartidor de bebidas, que llevaba mercancía para el local quien dio la voz de alarma. El hombre entró en el establecimiento y vio "un gran charco de sangre, a la mujer con heridas en el cuello y al agresor sujetando un punzón o un destornillador". Entonces salió corriendo hacia la comisaría de policía que estaba a escasos metros.

Cuando volvió acompañado de los agentes se encontró con que la puerta estaba atrancada. En el lapso de tiempo que tardaron en forzarla y sacar a la mujer del interior, el hombre se autolesionó, causándose varias heridas. A la zona se desplazaron efectivos de la Policía Local, Policía Nacional y la Guardia Civil. Una vez fuera, la mujer fue tratada por una médica y una enfermera, que acudieron desde el ambulatorio ubicado en las proximidades. Sin embargo, y aunque nunca llegó a perder la consciencia, la gravedad de las heridas obligó a trasladarla en una UVI móvil al Hospital Universitario Central (HUCA) de Oviedo. Allí fue intervenida quirúrgicamente por el equipo de Otorrinolaringología, con cortes en el cuello y otros defensivos.

El agresor salió con la cara tapada y también abandonó el lugar en ambulancia, antes de ser trasladado a dependencias policiales. Al cierre de esta edición se encontraba en los calabozos de la comisaría de Lugones, donde estaba previsto que pasase la noche antes de pasar a disposición judicial. El agresor es natural de Lugones. Según los vecinos, "era un chaval muy introvertido". Algunos de sus excompañeros de colegio afirman que había abandonado la localidad hace varias décadas. Tras el fallecimiento de su madre, hace algo más de un año, regresó para instalarse en la vivienda de su progenitora, en la avenida de Oviedo. Llevaba más de un lustro trabajando en un supermercado de La Corredoria.