La reparación del argayo provocado en Arobes (Parres) por el temporal de lluvias de la última semana de enero tiene la "máxima prioridad", señaló ayer el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra. Adif trabaja por ello con "urgencia" para reponer el terreno sobre el que se asentaban las vías de Feve, que fue "comido" por el río Piloña, dejándolas en el aire.

El tráfico ferroviario está suspendido desde entonces entre Llanes e Infiesto. Según Lastra, el tráfico de pasajeros "y sobre todo el de mercancías", exigen un "restablecimiento rápido" de la circulación, porque algunas de las principales empresas del Norte, como Arcelor y Alcoa, no pueden enviar materiales por tren y se ven obligadas a hacerlo por carretera.

El Consejero subrayó que también se acometen las reparaciones de los cortes de tren en Cabañaquinta (similar al de Arobes) y Carbayín (se está reparando un túnel desde diciembre).

Lastra avanzó que en cuanto Adif concluya el cálculo de los daños provocados por el temporal en la red asturiana de ferrocarriles se procederá a una "revisión inmediata" del Plan de Cercanías, que prevé 580 millones de inversión hasta 2025.

Lastra anunció que pedirá que se acelere todo lo posible el proyecto para mejorar el nudo de Villabona, que una vez ejecutado permitirá mejorar los tráficos en todo el centro de Asturias. También solicitará agilizar el plan de vías y la Ronda Norte de Avilés.

Adif comenzó a finales de enero los trabajos para restablecer la conexión ferroviaria a la altura de Arobes (Parres), donde un tramo de casi treinta metros de vía quedó suspendido en el aire tras el desbordamiento del río Piloña. Un carril de la vía N-634 también permanece cortada a esa altura.

El argayo de Arobes (Parres) mantiene cortada la línea Santander Oviedo y obliga a realizar transbordos por carretera entre Llanes e Infiesto. Es el caso que más preocupa a Adif, porque impide el transporte de 800 toneladas diarias de bobinas de Arcelor desde Trasona, en Avilés, hasta Etxabarri (Vizcaya); de más de 400 toneladas al día entre Xove (Lugo) y Amorebieta (Vizcaya); y de unas 1.200 toneladas al mes de madera entre la misma localidad lucense y Lasarte (Guipúzcoa). Aún no hay aún ni estimación del coste de la obra, ni del tiempo que durarán los trabajos, según admitieron fuentes de Feve.

El sindicalista de UGT Luis Blanco exigió "la máxima celeridad" para reparar el argayo de Arobes, pero también "la misma, porque no hay prioridades", para el de Cabañaquinta, que mantiene cerrada al tráfico de trenes la línea Caudal-Aller, entre Moreda y Collanzo (hace unos días abrió el tramo entre Figaredo y Moreda, cerrado también durante varias jornadas).

Blanco explicó que en la línea Caudal-Aller existe un problema desde hace "mucho tiempo". Es la única de cercanías que quedó sin electrificar y cuenta con trenes de gasóleo, cuyo mantenimiento realiza una empresa externa y que "dan problemas todos los días, así que se opta a menudo por cortar el tráfico y realizar transbordos por carretera.