Miguel Ángel Zapico Pérez encabeza en Asturias la asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil), que forma parte de Jusapol y, como esta organización, discrepa del acuerdo entre Interior y los sindicatos policiales alcanzado por el anterior Gobierno y ratificado por el actual. "Vamos a seguir hasta el final, de la mano de la Policía", indica. Y es que, "si somos la institución del país mejor valorada, reclamamos los mismos medios y consideración que las policías autonómicas", añade. De los políticos, asegura, sólo reciben "buenas palabras", pero a la hora de la verdad, "nos utilizan", "nos mandan a Barcelona y nos meten en un barco vergonzoso". La asociación también defiende una reestructuración en Asturias: "No tiene sentido que haya cuarteles con dos o tres guardias, deben estar en puntos estratégicos para ganar eficiencia".
- ¿Por qué no les gusta el acuerdo rubricado el año pasado?
-Es una mera subida salarial, no es la equiparación con las policías autonómicas por la que estamos peleando, y además no incluye a todo el personal. Hay un total de 15.550 agentes de la Guardia Civil jubilados y en segunda actividad que no se han visto beneficiados por la subida.
- ¿Por qué se crea una asociación separada de la Guardia Civil?
-Después de un año de lucha, se crean dos brazos, uno para la Policía Nacional (Jupol) y otro para la Guardia Civil (Jucil), con el fin de tener interlocución con la administración, pero seguimos siendo Jusapol. Tenemos mucho respaldo en Asturias, estamos muy cerca de los 500 afiliados.
- No se quedan sólo en la equiparación.
-Nuestra premisa es conseguirla, pero defendemos los derechos sociales de las plantillas. Que no se aplique el código penal militar a los agentes, que haya turnos justos y dignos, que se adapten las plantillas a realidad delincuencial, que se nos garantice protección con chalecos antibalas, suprimir la productividad, que crea agravios comparativos?
- ¿No se sienten representados por las asociaciones existentes?
-En la asociación a la que yo estaba afiliado se convocó una votación para refrendar el acuerdo de subida salarial. Se podía votar por correo sin ningún tipo de garantía. A mitad de votación se suspendió, dejando fuera a la mitad de los afiliados. Fue un proceso electoral que no fue legal ni se siguieron las formas. Debería haberse convocado a la totalidad de la plantilla para saber qué opinaban. Todo esto creó un gran descontento y es lo que nos llevó a crear Jucil. Tenemos una estructura horizontal, y aunque hay cuatro dirigentes, la pieza esencial es el afiliado. Una vez que consigamos el objetivo de la equiparación, someteremos a los afiliados si seguimos adelante.
- Van a continuar con las movilizaciones, por tanto.
-Vamos a ir hasta el final. Entramos en una nueva fase, con dos asociaciones, una para la Policía y otra para la Guardia Civil, para tener presencia en la administración, pero la unidad va a existir siempre. Nadie lucha solo, somos una familia. Llevamos un año recorriendo media España y peleando por la equiparación y vamos a seguir haciendo todo lo que esté en nuestras manos. Tenemos el apoyo del 40 por ciento de la plantilla de la provincia.
- ¿Les han dejado tirados en asuntos como el despliegue en Cataluña?
-Los políticos son políticos. Nos utilizan, siempre tienen muy buenas palabras, pero luego, a la hora de la verdad, nos mandan a Barcelona y nos meten en un barco vergonzoso y nos dejan abandonados económica y materialmente. Si somos la institución mejor valorada del país -lo dicen las encuestas-, reclamamos los mismos medios y consideración que tienen las policías autonómicas, porque hacemos el mismo trabajo y aún más.
- ¿Hay que reducir cuarteles en Asturias?
-Y adecuar las plantillas y las instalaciones. No tiene sentido que haya cuarteles con dos o tres compañeros. Debe haber acuartelamientos en lugares estratégicos, son más operativos tanto para nosotros como para el ciudadano. Cuarteles más grandes que cubran más territorio y puedan ofrecer mejor servicio.
