El Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC) contempla la salida de la energía nuclear del sistema eléctrico español entre 2025 y 2035, y al final de la década más del 70% de la generación será renovable, según ha avanzado este martes la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Ribera, que ha participado esta tarde en la inauguración en Madrid del XVI Encuentro de Energía, organizado por IESE, ha explicado que el PIEC, que ha dicho que se presentará en el Consejo de Ministros del próximo 22 de febrero y que será objeto de debate público, contempla una reducción del 20% de las emisiones en 2030 con respecto a las que había en 1990, lo que supone 38 puntos menos que en la actualidad.

Con ese objetivo, a España le quedaría reducir sus emisiones entre un 75% y un 80% para 2050, para lo cual Ribera ha dicho que habrá que apurar al máximo la inversión en eficiencia, tanto en edificios, como en el tejido industrial y en el transporte, y aprovechar al máximo la electrificación y apostar donde sea posible por las renovables.

Electrificación, eficiencia y renovables serán los ejes de actuación hasta 2030, según el PIEC, que también prevé que en la década entre 2020 y 2030 se movilizarán inversiones por valor de 200.000 millones de euros.

Las previsiones del PIEC, según Ribera, es que al finalizar la década más del 70% de generación eléctrica sea renovable y que la presencia de éstas en el sistema se sitúe por encima del 40%, con el objetivo de que la generación sea 100% renovable en 2050, para lo cual ha dicho habrá que apostar no sólo por las renovables eléctricas, sino también por las térmicas.

De los 200.000 millones de euros de inversión que el Plan prevé que movilice la transición energética en la década de 2020 a 2030, entre el 40% y el 45% será para energías renovables, entre un 30% y un 35% para eficiencia energética, un 15% para redes y un 4% para electrificación de usos finales.

Ha señalado que el escenario de 2020 del plan se inicia con un descenso de la generación de carbón que desaparece a lo largo de la década, y en la segunda mitad de ésta se plantea un cierre ordenado del parque nuclear.

De esta manera, de 2025 a 2035 la energía nuclear va saliendo con modulaciones para garantizar la seguridad del suministro, la nuclear y la financiera.

Ribera ha dicho que "lo que no queremos que pase en ningún caso es lo que ha ocurrido en Garoña", la central burgalesa cuyo cierre tuvo que autorizar el Gobierno del PP tras el desacuerdo de sus socios para mantenerla abierta, y ha dicho que lo bueno "es que haya una cierta previsión y claridad" sobre el cierre de las plantas para diseñar las medidas necesarias.

Además ha señalado que el PIEC calcula que el ahorro que generará a España la transición energética a España en la década de 2020 a 2030 ascenderá a más de 70.000 millones de euros y el PIB aumentaría en torno a un 1,9% en ese periodo, con impactos muy positivos para el empleo.

El PIEC, además de prever la desaparición de la generación con carbón en la década de los veinte, contempla una electrificación importante de la movilidad y la estabilización del gas.

Ya en la década de los treinta se prevé una caída del peso del petróleo para usos energéticos, mientras el gas se mantiene como tecnología de respaldo.