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Geología aplicada a la ingeniería

LA NUEVA ESPAÑA inicia la serie "Del aula a la empresa"

Geólogos asturianos diseñarán un túnel de 9 kilómetros que unirá Georgia con Rusia

Manuel Cueto, durante la construcción del metro de Riad. LUISMA MURIAS

Los metros de Riad (Arabia Saudí) Panamá, Dublín y Baréin (Oriente Medio), la mina de Touro (Galicia), la presa de Tanzania, las líneas del AVE de Asturias, Barcelona, Levante, Extremadura, Málaga, País Vasco... Todas estas grandes obras llevan sello asturiano. Al grupo de Geología Aplicada a la Ingeniería de la Universidad de Oviedo le llueven los proyectos. Sus quince integrantes empezaron a colaborar con empresas en el año 2001 y, desde entonces, los encargos no han dejado de ir a más. Hasta el punto "de que ya tenemos que rechazar algunos", asegura el geólogo allerano Daniel Arias Prieto. Ahora mismo el grupo está inmerso en doce proyectos. Uno de los más potentes: el diseño de un túnel transfronterizo de 9 kilómetros entre Rusia y Georgia.

"En el extranjero hay muchísimo trabajo", afirma Arias, que aterrizó en la universidad como profesor titular en el año 2000 tras viajar por medio mundo de la mano de empresas. Trabajó en Canadá para la compañía de minería y metales Teck Cominco, en Madrid para el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y en Finlandia para Outokumpu Mining. "Me casé ya de mayor y cansé de viajar. Como tenía mucha experiencia en el mundo empresarial, cuando llegué al ámbito académico no quise dejar de colaborar", explica. Daniel Arias considera que las sinergias son "vitales": "En Finlandia y Canadá hay una colaboración muy estrecha. Yo aprendí de esa gente e intenté hacer lo mismo aquí. No inventé nada". Con ello, ambas partes salen ganando: "La universidad aporta a la empresa tecnología puntera y ellos a nosotros investigación que de otra forma no podríamos tener". El geólogo pone como ejemplo el metro de Riat -6 líneas, 180 kilómetros y más de 80 estaciones- fruto de su cooperación con la firma de ingeniería Idom. Durante los cuatro años que duró la obra, el grupo asturiano realizó casi 500 análisis de roca. Eso permitió a la Universidad de Oviedo publicar un estudio en una revista científica. El allerano cuenta una anécdota de este proyecto: "El metro ya estaba en construcción y la estación iba a ir al lado del palacio de un jeque primo del Príncipe. Hubo que hacer otro estudio geológico para mover la estación".

Básicamente, los investigadores del departamento de Geología Aplicada a la Ingeniería lo que hacen es "exportar" sus modelos geológicos geotécnicos -cuando se tratan de obras civiles- y mineros -cuando son explotaciones-. Una de las razones por las que las empresas recurren a la institución académica es por su puntera tecnología, de la cual carecen. "Aquí por ejemplo tenemos una microsonda electrónica, que lo que nos permite conocer es la distribución de los elementos de una roca a nivel atómico. Vienen científicos hasta de Portugal, porque allí no la hay", cuenta. Según Arias, estos trabajos de "previsión" permiten a las compañías "abaratar costes y disminuir riesgos".

Los empresarios, por su parte, también aplauden estas colaboraciones. El geólogo de Idom, el maliayés Manuel Cueto, asegura que contar con el asesoramiento de investigadores "nos da un plus". "El grupo de la Universidad de Oviedo es muy competitivo, está a la vanguardia en tecnología y está constantemente actualizando sus conocimiento", señala Cueto. En la actualidad, el equipo asturiano está trabajando con esta compañía en el diseño de un túnel de "9 kilómetros con una montera de 1.000 metros" para conectar Rusia con Georgia. Otro de los colaboradores habituales de Daniel Arias es Fernando Cortés, de Atalaya Mining: "El objetivo de una empresa es obtener beneficios y muchas veces estamos tan volcado en ello que nos olvidamos de la base científica. Estamos encantados con la Universidad de Oviedo, los modelos que nos hacen son muy útiles".

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