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Matemática policial contra la mentira

Los agentes de Asturias aprenden técnicas para saber si un declarante engaña, como complemento al sistema Veripol, que analiza textos de denuncias y descubre si son falsas

Así funciona VeriPol: el detector de mentiras 2.0

Así funciona VeriPol: el detector de mentiras 2.0

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Así funciona VeriPol: el detector de mentiras 2.0 L. Á. VEGA

Se coge antes a un mentiroso que a un cojo, dice el dicho popular, que rechina un poco en estos tiempos que se pretenden inclusivos. En la serie "Lie to me" ("Miénteme"), el psicólogo Cal Lightman se dedicaba a descubrir mentirosos a través de imperceptibles microgestos faciales. El personaje se basaba en un psicólogo real, Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial. Y es que el rostro cuenta involuntariamente la verdad y es posible cazar a un mentiroso con tan solo observar el comportamiento de sus pupilas, la postura que adopta ante las preguntas incómodas o la forma que tiene de eludir la mirada. No solo eso, también las expresiones verbales -ya se sabe que por la boca muere el pez- terminan delatando a los mentirosos. La Policía está probando un sistema, Veripol, que combina ambos métodos, y con el que se pretende dejar al descubierto las denuncias falsas, al menos las referidas a los delitos contra el patrimonio. Estos días se imparte un curso en la Jefatura Superior de Policía sobre este nuevo sistema de investigación, a cargo de José Alberto Nicolás Romera, un agente especialista en interrogatorios que ha estudiado en el Behavioral Lab, y es experto en inteligencia emocional y comunicación no verbal. La española es la primera Policía en el mundo que adopta una herramienta de este tipo.

Nicolás no es quien ha desarrollado el algoritmo que permite descubrir las incongruencias en las denuncias. Veripol se creó en Granada a instancias del que ya se conoce como el inspector-matemático, Miguel Camacho, que reunió a un equipo multidisciplinar de científicos y agentes para desarrollar el programa, que analiza los textos de las denuncias y detecta en un 90 por ciento de los casos las declaraciones falsas.

Ya se sabe. Alguien que está de fiesta pierde su móvil de última generación y presenta una denuncia en la que asegura que se lo han robado con un tirón o le han atracado. No pretende sino movilizar a la Policía para que le encuentren el móvil, lo que evidentemente detrae recursos que podrían utilizarse en asuntos en mayor enjundia. Otro ejemplo. Un señor gasta una cantidad ingente de dinero en el juego o servicios inconfesables. Como no puede contar la verdad a su pareja, se inventa un robo inexistente y presenta una denuncia. "El primer error es pensar que este tipo de denuncias son inocuas, que la Policía no va a investigar algo así y que no se va a descubrir la mentira, que además supone un delito de denuncia falsa", explica José Alberto Nicolás. Quienes caen en la tentación de presentar una denuncia falsa "suelen ser personas muy normales, no delincuentes", añade Nicolás.

Un millar de denuncias

El Veripol pone aún más difícil colar una denuncia falsa. "El sistema analiza el tenor de la denuncia, sus verbos, sustantivos, expresiones, y lo compara con una base de datos de mil denuncias, la mitad de ellas falsas y la otra mitad verdaderas. Los agentes prefieren no desvelar qué tipo de expresiones son las que inducen a pensar que alguien no está contando la verdad, para no dar pistas al enemigo, pero es evidente que las vaguedades y las lagunas son algunos de esos indicativos. Una vez hecho el análisis, el sistema emite su veredicto. Una vez detectada una denuncia falsa, es cuando comienza el trabajo policial y ahí es donde entran las técnicas de interrogatorio en las que es experto José Alberto Nicolás.

Este agente resume la actitud que debe tener el agente con una palabra: "Empatía". Y es que "hay que saber tratar a la persona a la que se está interrogando, tratar de comprender sus motivaciones", añade Nicolás. Y darle una oportunidad, llegado el caso, de que suelte lo que lleva dentro.

Los agentes que trabajarán con Veripol, y que están recibiendo las clases de Nicolás, están contentos de la oportunidad de experimentar una nueva técnica de investigación. Lo indicaba ayer el inspector en prácticas Alfonso García: "Es una herramienta que nos da confianza".

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