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Otín se reafirma: volverá a dar clases en la Universidad de Oviedo el 4 de marzo

El catedrático culmina sus investigaciones en París, adonde se trasladó huyendo de una situación de acoso, y prevé cumplir su plan de docencia

Carlos López Otín. LUISMA MURIAS

Carlos López Otín se reafirma: tiene previsto regresar de París y reanudar sus clases en la Universidad de Oviedo el próximo 4 de marzo, lunes. Así lo han asegurado a este periódico fuentes cercanas al catedrático de Biología Molecular, quien está culminando una serie de investigaciones en un laboratorio de la capital francesa al que se trasladó el verano pasado. El objetivo de su marcha era alejarse de la campaña de "acoso" personal y profesional que llevaba sufriendo desde un año antes, según explicó a posteriori en una entrevista con este periódico publicada el pasado 29 de enero.

Llegó a barajarse la posibilidad de que el profesor más brillante de la institución académica decidiera no volver a Oviedo. Incluso de que se llevara consigo toda la infraestructura correspondiente a la ayuda "Advanced Grants", del Consejo Europeo de Investigación (European Research Council-ERC), recibida en abril de 2017 y dotada con 2,5 millones de euros. Sin embargo, sí regresará, y lo hará con la voluntad de dar todas las clases que tiene programadas entre marzo y final del curso.

"En 31 años todavía no falté nunca a una sola clase", declaró Otín a finales del mes pasado. Su intención es prolongar este currículum intachable. Y lo hará justo después de publicar una investigación de impacto mundial sobre un tratamiento para el síndrome de Hutchinson-Gilford, un tipo de progeria (envejecimiento acelerado) que se traduce en una muerte muy prematura y una pésima calidad de vida.

La marcha del catedrático de Biología Molecular fue interpretada en su día con extrañeza y recelos. "No me consta que Carlos López Otín se vaya a ir de la Universidad de Oviedo", declaró el Rector, Santiago García Granda, a LA NUEVA ESPAÑA a principios del pasado mes de julio, cuando este periódico avanzó en exclusiva la intención de Otín de realizar una estancia en París. "Moverse es una cosa normal", añadió entonces el máximo responsable de la institución académica. Todo apunta a que el tiempo acabará dándole la razón. Pero por el medio han sucedido muchas cosas que por entonces eran ignoradas por la opinión pública.

La razón última del desplazamiento a la capital francesa permaneció envuelta en una nebulosa hasta que el científico la explicó con detalle a este periódico, en la citada entrevista publicada a finales de enero: "Hace muchos años que vengo sufriendo un acoso profesional crónico y de baja intensidad (...). Desde hace un año y medio, la situación de acoso se volvió insoportable". La situación desembocó en la retirada de nueve artículos publicados en dos revistas. Además, una infección en el animalario de la Universidad de Oviedo obligó a sacrificar todos los ratones de investigación.

En la citada entrevista con este periódico, Otín declaró: "Si no me fallan las fuerzas, el 1 de marzo volveré para dar todas mis clases correspondientes al curso académico 2018-2019". A día de hoy, los estudiantes pueden estar tranquilos: hay fuerzas suficientes.

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