Pocas veces coinciden los principales políticos y partidos de Asturias en cuestiones de interés general para la región pero la pérdida de un escaño en las próximas elecciones generales genera consenso y una conclusión unánime: "Es una muy mala noticia".
El portavoz del Gobierno regional, Guillermo Martínez, atribuyó a la caída de la población "la mala noticia" que supone que Asturias pase de ocho a siete escaños en el Congreso de los Diputados en las próximas elecciones generales del 28-A. "Está vinculada a una pérdida de población, aunque sea en relación al conjunto del reparto en toda España, afirmó el consejero de Presidencia, quien hizo hincapié en el plan demográfico "en el que lleva trabajando" el Ejecutivo regional y que se debatirá mañana en la Junta. La posición del secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, fue bastante similar: "Es una mala noticia sin duda porque cuanta más representación política haya de asturianos siempre será mejor", indicó Barbón quien, no obstante, relativizó "un fenómeno que ha pasado históricamente porque en las primera elecciones democráticas, en 1977 y 1979, teníamos diez escaños. En Asturias la población se estancó y en otros sitios ha crecido", afirmó.
La presidenta de Foro, Carmen Moriyón, incidió en el retroceso en número de escaños. "La historia de la democracia en Asturias empezó con diez diputados y ahora ya hemos perdido tres. Esto es una radiografía y las radiografías suelen ser objetivas y decir la verdad. Es una situación muy lamentable para Asturias, ante la ausencia de políticas para poner freno a la sangría demográfica", señaló.
Para el secretario general del PP, Luis Venta, Asturias "sólo encabeza ya la lista de malas noticias". La versión popular sobre la pérdida del octavo diputado en el Congreso implica la resta de "una voz para defender los intereses del Principado" en Madrid y las responsabilidades apuntan hacia "los gobiernos socialistas, que llevan casi cuarenta años empequeñeciendo a nuestra región, no fomentando la natalidad, impidiendo que Asturias sea una comunidad atractiva para vivir y trabajar y abocando a nuestros jóvenes al éxodo". La caída en la representatividad es, remata, "una de las consecuencias del infierno fiscal y demográfico que tantas veces ha denunciado el PP".
