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Diez enfermeros rechazan que se aparte a dos colegas por el caso de las gasas

La medida de la dirección del HUCA fue "arbitraria, abusiva e irracional", sostienen los firmantes de un escrito que pide que sean "reintegrados"

Diez enfermeros del área de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) han firmado un escrito de apoyo a los dos compañeros que la semana pasada fueron apartados de esta actividad como consecuencia del "caso de las compresas". Los dos profesionales sostienen que su orillamiento del trabajo de quirófano es una represalia por haber declarado ante una juez que se encontraron compresas en el interior de un paciente fallecido en el transcurso de una intervención quirúrgica. Ambos profesionales consideran que el olvido de dos gasas en una intervención anterior fue la causa del fatal desenlace. Y los dos han impugnado su apartamiento bajo el argumento de que fue decidido por contradecir la versión del jefe del servicio y la dirección del hospital.

El servicio de Cirugía Cardíaca dispone de una plantilla de quince enfermeros. Diez de ellos han puesto su rúbrica bajo un escrito dirigido a la Dirección de Enfermería del HUCA en el que expresan su "más absoluta disconformidad" con la medida disciplinaria contra sus dos colegas, "efectuada de forma arbitraria, abusiva e irracional". En consecuencia, solicitan que los dos compañeros "sean reintegrados de forma inmediata en su situación laboral, con pleno respeto de su derecho al trabajo y de su dignidad profesional".

De los cinco enfermeros restantes, dos son los apartados, otros dos participaron en la primera operación y su situación judicial es de investigados, y el quinto no ha firmado el documento. Los hechos se remontan al 2 de febrero de 2018, cuando el ovetense J. L. G. R., de 44 años, falleció desangrado en una operación que el cirujano le había presentado como "rutinaria". La magistrada tiene que dirimir si los enfermeros apartados tienen razón, y si en efecto había dos compresas en la cavidad torácica del paciente cuando lo abrieron para una segunda operación, y si esas supuestas gasas habían sido olvidadas por otro equipo que había intervenido al mismo paciente el 11 de diciembre anterior (de 2017).

Segunda cuestión sobre la que está indagando la jueza: si estas gasas fueron la causa directa de la muerte del enfermo tras infectarse y formar un coágulo, o si el fatal desenlace fue más bien provocado por un pseudoaneurisma que no había sido advertido en las imágenes diagnósticas. Ésta última tesis es la que sostiene la dirección del HUCA en un documento oficial.

Aún no se sabe si la magistrada archivará la denuncia de la familia del enfermo o si ordenará la apertura de juicio.

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