La Fiscalía del Tribunal de Apelación de París pidió ayer la entrega de la etarra Iratxe Sorzábal a España para que sea juzgada por su presunta implicación en el atentado contra el aeropuerto de Alicante el 29 de julio de 1995, que causó daños materiales pero no víctimas personales. Sorzábal ya tenía otras dos demandas de extradición por sendos atentados en Gijón e Irún, que recibieron luz verde en Francia.

Sorzábal, como en sus comparecencias anteriores ante la sala de instrucción del Tribunal de Apelación, afirmó que las acusaciones de la Audiencia Nacional "se basan en las declaraciones que se (me) obligó a hacer bajo la tortura en 2001".

La fiscal, además de insistir en que la justicia española ha refutado esas alegaciones, añadió que no cree que se pueda decir que Sorzábal corra riesgo de recibir malos tratos en caso de ser entregada a España. Igualmente recordó que la misma sala de instrucción dio luz verde el pasado mes de septiembre a otras dos demandas de extradición, en las que Sorzábal había utilizado igualmente el argumento de la tortura por dos atentados, uno en Irún en 1995 y otro en Gijón en 1996. La abogada de Iratxe Sorzábal ha llevado este caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.