Ni rastro del invierno. Asturias vivió ayer otra jornada primaveral con temperaturas que rozaron en pleno febrero los 24 grados centígrados. Aunque en la costa el calor fue menor -en torno a los 19 grados- por la brisa marina, hubo valientes que sacaron el bañador para correr por la orilla o darse un chapuzón en el mar Cantábrico. En Mieres los termómetros alcanzaron los 23,9 grados, la máxima temperatura registrada esta semana en la región. A las Cuencas le siguieron, según las estadísticas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Piloña con 23 grados, y Amieva y Cabrales, empatados a 22,3. Oviedo se quedó en los 21 mientras que Gijón en los 19,2. El anticiclón se quedará al menos hasta el martes: para hoy y mañana se espera más sol y el mercurio subirá hasta los 20 grados.

El buen tiempo animó ayer al "terraceo" en el centro de Avilés. Fue el caso de Marco Calle, que junto a otros padres esperaron a que sus hijos salieran de clase -del colegio San Nicolás- tomando un refrigerio en la calle Galiana. "Estamos aquí todos los días, mejor hacerlo al sol y charlando tranquilamente, que apretados en los soportales por la lluvia", manifestó. El sol también fue una sorpresa para las gallegas Aurora González y Miriam Bouso, que por primera vez visitaban la Villa del Adelantado. Lo hacían para ver el espectáculo "No te metas en política", en el centro Niemeyer. "Ya hemos visto el centro cultural, con esta luz es impresionante. Es la primera vez que venimos a Avilés y el tiempo ayuda a aprovechar la visita", afirmaron.

Lorenzo llenó de paseantes la playa de Salinas y sus alrededores. Eso sí, la brisa marina hizo que muchos no se desprendieran de sus ropas de abrigo. Los hubo más acalorados, que corrieron por la orilla en pantalón corto o, incluso, en bañador. "Está agradable el día pero al lado del mar el calor es menor. Por la mañana temprano y por la noche hace frío", señaló Aurelio López, vecino de Salinas. El buen tiempo también animó a algunos a bañarse en las todavía frías aguas del Cantábrico. Aunque los que más disfrutaron de la playa fueron los perros. Ayer por la mañana corrieron decenas de canes.

El delegado territorial de la Aemet, Ángel García, explica que estas inusuales temperaturas se deben "a un anticiclón en superficie, que está instalado sobre Europa occidental, y a una dorsal (elongación de un centro de alta presión), localizado en niveles medios y altos de la atmósfera". Las temperaturas diurnas son especialmente altas porque "el sol calienta mucho el suelo en ausencia de nubosidad". A ello hay que unir que estos días está llegando a la región aire cálido del sur. El récord de calor en un mes de febrero en Asturias fue de 24,6 grados en 1997.